SpaceX realizó el pasado sábado una prueba de fuego estático de un cohete Falcon 9 en Cabo Cañaveral en una comprobación previa al lanzamiento previsto para el próximo jueves y diseñada para verificar que los motores del lanzador están listos para poner en órbita un satélite de navegación GPS militar de EEUU.
En el pasado mes de septiembre, el Centro de Sistemas de Misiles y Espacio (SMC) de la Fuerza Espacial de los EEUU anunció un acuerdo con SpaceX para lanzar propulsores de primera etapa volados anteriormente en futuras misiones de Lanzamiento Espacial de Seguridad Nacional (NSSL).
A primeros del mes pasado, un problema en el motor obligó a SpaceX a abortar un intento de lanzamiento. Después de identificar el problema, SpaceX probó el cohete Falcon 9 para la misión GPS nuevamente este sábado en la plataforma 40 en la Estación de la Fuerza Aérea de Cabo Cañaveral. La prueba tenía como objetivo verificar que las acciones correctivas hayan resuelto el problema.
SpaceX trasladó el cohete sin su carga útil satelital de navegación GPS, hasta la plataforma 40 y elevó el Falcon 9 en vertical. El equipo de lanzamiento estacionado en un centro de control cercano supervisó la carga de queroseno y propelentes de oxígeno líquido en el cohete.
Los nueve motores Merlin 1D del cohete se encendieron con un destello y un estruendo a través del puerto espacial de Cabo Cañaveral. Los motores se encendieron durante varios segundos, aumentando hasta 1,7 millones de libras de empuje mientras las abrazaderas de sujeción mantenían al Falcon 9 firmemente en el suelo.
SpaceX confirmó en su cuenta de Twitter: “Completada la prueba de fuego estático; objetivo el jueves 5 de noviembre para el lanzamiento del Falcon 9 con el GPS III-4 desde SLC-40”.