Por vez primera en la historia, una empresa privada servirá de “taxi” para poner en órbita a dos astronautas de la Nasa. SpaceX, la compañía norteamericana fundada por Elon Musk, está dispuesta a hacer historia en las próximas horas.
La Nasa ha insistido mucho en esta misión “Launch America”, como la primera vez, después de nueve años, en que se independiza de Rusia para volar hacia la Estación Espacial Internacional e insiste en que, por fin, después de esos largos años, una nave espacial norteamericana enviará astronautas estadounidenses desde los EEUU.
Pero el verdadero hito histórico a nivel mundial es que esa proeza la logre una empresa privada. Así, el éxito de esta misión puede ser el comienzo de una nueva era en la que empresas privadas vendan viajes al gobierno o a cualquier persona dispuesta a pagar para ir al espacio.
Esta misión validará el sistema de transporte de tripulación de SpaceX, incluidas la plataforma de lanzamiento, el cohete, la nave espacial y las capacidades operativas. Esta también será la primera vez que los astronautas de la Nasa pondrán a prueba los sistemas de la nave espacial en órbita.
Los astronautas norteamericanos Douglas Hurley y Robert Behnken despegarán este miércoles a bordo de la nave espacial Crew Dragon, de Spacex, impulsada por el cohete reutilizable Falcon 9, también de la misma empresa privada, desde la misma plataforma de lanzamiento que fue utilizada durante la última misión del transbordador espacial de la Nasa en 2011. El presidente de EEUU, Donald Trump presenciarán in situ el lanzamiento.
Si todo sale bien, la nave Crew Dragon con los dos astronautas llegará a la ISS 19 horas después del lanzamiento. En ese momento, la nace se alineará con la proa de la estación espacial y se acercará a una velocidad relativa de solo unos centímetros por segundo. Finalmente, la nave y la estación quedarán acopladas herméticamente. SpaceX habrá hecho historia.