Un fragmento de un cohete Falcon 9 de la empresa norteamericana SpaceX, lanzado en 2019, se espera que el jueves a primera hora de la mañana se acerque a unos cinco kilómetros y medio de la Estación Espacial Internacional (ISS), según comunicó el Centro Principal ruso de Información y Análisis del Sistema Automatizado de Alerta para Situaciones Peligrosas en el Espacio Cercano a la Tierra.
La agencia espacial rusa Roscosmos informó que la situación está bajo el control del Comando de Operaciones Principal del Segmento Ruso de la ISS y que la tripulación de la ISS está trabajando como de costumbre.
Hace 10 días, el secretario de Estado norteamericano, Antony J. Blinken, acusó a la Federación de Rusia de un “comportamiento imprudente e irresponsable” por realizar una prueba destructiva de un misil antisatélite de ascenso contra uno de sus propios satélites.
“Hasta ahora, esta prueba ha generado más de 1.500 piezas de desechos orbitales rastreables y probablemente generará cientos de miles de piezas de desechos orbitales más pequeños. Los escombros de larga duración creados por esta prueba peligrosa e irresponsable ahora amenazarán a los satélites y otros objetos espaciales que son vitales para la seguridad, los intereses económicos y científicos de todas las naciones durante las próximas décadas. Además, aumentará significativamente el riesgo para los astronautas y cosmonautas en la Estación Espacial Internacional (ISS) y otras actividades de vuelos espaciales tripulados. La seguridad y protección de todos los actores que buscan explorar y utilizar el espacio ultraterrestre con fines pacíficos se ha visto amenazada sin cuidado por esta prueba”, acusó el secretario de Estado norteamericano.