Los vuelos empezaron a reanudarse en Heathrow a últimas horas de la tarde del viernes tras el apagón y cierre por el incendio de una subestación energética. Mientras tanto, la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA) se preguntaba escandalizada “¿cómo es posible que una infraestructura crítica, de importancia nacional e internacional, dependa totalmente de una única fuente de energía sin alternativas?”
Las autoridades del aeropuerto más importante de Europa y uno de los mayores del mundo se disculpaban por la interrupción y agradecían a los usuarios su paciencia mientras las operaciones volvían a la normalidad. “Nuestros equipos han trabajado incansablemente desde el incidente para garantizar una pronta recuperación. Ahora podemos reanudar los vuelos de forma segura, priorizando la repatriación y la reubicación de las aeronaves. Por favor, no viaje al aeropuerto a menos que su aerolínea se lo indique”, indicó el aeropuerto en la red social X.
“Esperamos operar a pleno rendimiento mañana y les proporcionaremos más información en breve. Nuestra prioridad es la seguridad de nuestros pasajeros y de quienes trabajan en el aeropuerto. Disculpen las molestias ocasionadas por este incidente”, añadió.
Mientras tanto, la IATA, que representa a unas 340 aerolíneas que comprenden más del 80% del tráfico aéreo mundial, señalaba en un comunicado de urgencia que “el cierre de Heathrow hoy causará inconvenientes a un gran número de viajeros. Agradecemos a los afectados su paciencia mientras las aerolíneas se centran en llevarlos a su destino de la forma más rápida y eficiente posible”.
Y añadió que “este es otro caso en el que Heathrow defrauda tanto a viajeros como a aerolíneas. Esto plantea serias preguntas. En primer lugar, ¿cómo es posible que una infraestructura crítica, de importancia nacional e internacional, dependa totalmente de una única fuente de energía sin alternativas? Si este es el caso, como parece, se trata de un claro fallo de planificación por parte del aeropuerto. De ahí la pregunta de ¿quién asume los costes de la atención a los viajeros afectados?”.
Y el director general de la IATA, Willie Walsh, sentenció que “debemos encontrar una distribución más justa de los costes de la atención a los pasajeros que la de que las aerolíneas asuman los costes cuando la infraestructura falla. Mientras eso no ocurra, Heathrow tiene muy pocos incentivos para mejorar”.