La Agencia Europea de Seguridad Aérea (EASA) acaba de publicar el Plan Europeo para la Seguridad de la Aviación (EPAS) 2020-2024. Elaborado en estrecha colaboración con sus diversas partes interesadas, el EPAS presenta el trabajo actual y futuro que EASA emprenderá en los próximos años para apoyar la introducción de nuevas tecnologías y soluciones innovadoras.
El año 2017 fue considerado el más seguro en la historia de la aviación comercial. Pero los accidentes ocurridos en 2018 y 2019 recordaron que la seguridad nunca se puede dar por sentada. La novena edición del EPAS, publicada ahora, enfatiza la importancia de identificar y mitigar los riesgos a nivel europeo y mundial, al mismo tiempo que tiene en cuenta las demandas sociales cambiantes en áreas como la innovación, la seguridad, capacidad y ambiente.
Si bien el ritmo constante para construir un marco regulatorio para las operaciones de drones continuará, las acciones regulatorias para permitir conceptos como la movilidad aérea urbana o tecnologías como los nuevos sistemas de propulsión ya son parte del EPAS. Estos desarrollos tienen el potencial de mejorar aún más el nivel de seguridad al tiempo que crean un campo de juego nivelado para los nuevos modelos de negocio y conceptos operativos.
La EASA también está intensificando sus acciones para crear un sistema de aviación más limpio, más silencioso y más sostenible en esta edición del EPAS. Se incluyen acciones relacionadas con el Plan de compensación y reducción de carbono de la OACI para la aviación internacional (CORSIA) y la implementación de las normas ambientales de la OACI.
Las 180 acciones EPAS contenidas en esta edición incluyen actividades para mejorar nuestro sistema de gestión del tráfico aéreo, abordar las amenazas de ciberseguridad o desarrollar requisitos de seguridad en el área de asistencia en tierra. Los Roadmaps de la Agencia, que proponen acciones coordinadas en áreas como inteligencia artificial, helicópteros o aviación general, son parte integral de EPAS.
“Al dirigir nuestras acciones a las áreas donde pueden tener el mayor impacto, nos aseguramos de que los estándares de seguridad y medioambientales no se vean comprometidos a medida que la densidad del tráfico aéreo y los riesgos de seguridad asociados con eso, crezcan en la próxima década”, indica el EPAS.
Esta Agencia Europea de Seguridad Aérea, es la misma que dos meses antes del accidente de Spanair en Barajas, concretamente el 30 de mayo de 2008, rechazó estudiar la denuncia, dijo que era incumbencia de las autoridades aeronáuticas españolas, que sobre la más que evidente inseguridad que conllevan las Operaciones paralelas segregadas implantadas el pasado 5 de febrero de 2006 en el que entonces era el aeropuerto de Madrid-Barajas, le había presentado la Asociación de Comunicación e Información del Medio Ambiente (ACIMA), hecho que como pueden comprobarlo (1), lo denuncié ante el Señor Juez Instructor que en el Juzgado Nº 11 de Plaza de Castilla, le correspondió el accidente de Spanair, y que casualmente ahora, más de once años después, una Comisión en el Congreso de los Diputados, entre otras está investigando cuales fueron las causas, es mi opinión, que indebidamente lo provocaron.
Luis Guil
(1) Copia de la Denuncia que presenté y la Providencia dictada por el Señor Juez Instructor, a vuestra entera disposición