Tras la llegada a la Estación Espacial internacional (ISS), a finales del pasado mes de febrero, de la nave espacial rusa Soyuz MS-23 que reemplazará a la Soyuz MS-22, averiada por una fuga de refrigerante y que no ha podido traer a la Tierra a dos astronautas rusos y un norteamericano, el tráfico hacia y desde la estación están siendo intensos durante este mes.
El pasado día 3 y después de 24 horas de vuelo, a bordo de la nave espacial Dragon Endeavour, llegaron a la ISS cuatro astronautas de la misión Crew-6 de la Nasa, con lo que se completaba por unos pocos días la tripulación de la estación orbital con 11 miembros.
Los astronautas de la Nasa Stephen Bowen y Woody Hoburg, junto con el astronauta de los EAU (Emiratos Árabes Unidos) Sultan Alneyadi y el cosmonauta de Roscosmos Andrey Fedyaev se integraron en la tripulación formada por los astronautas de la Nasa Frank Rubio, Nicole Mann y Josh Cassada, así como Koichi Wakata de JAXA (Agencia de Exploración Aeroespacial de Japón) y los cosmonautas de Roscosmos Sergey Prokopyev, Dmitri Petelin y Anna Kikina.
En los próximos días abandona la ISS con dirección a la Tierra la nave Dragon de SpaceX con los tripulantes de la Crew-5. El japonés Wakata, los norteamericanos Mann y Cassada y la rusa Kikina preparan ya el petate para su vuelta a casa después de cinco meses. Pronto entrarán en el Crew Dragon Endurance, se desacoplarán del puerto delantero del módulo Harmony y luego aterrizarán frente a la costa de Florida.
De esta forma, la nave tripulada Dragon en la que regresan a la Tierra los tripulantes de la Crew-5 deja espacio para la próxima misión de reabastecimiento, la SpaceX CRS-2, programada para su lanzamiento el próximo día 14. La nave de carga atracará de modo automático unas 24 horas después en el puerto Harmony que deje vacante la antedicha Dragon Endurance con la Crew-5.
Mientras tanto, los tres tripulantes de la Soyuz MS-22, que no pueden regresar a la Tierra en su nave averiada Soyuz MS-22, practican en una computadora los procedimientos para regresar a la Tierra dentro de la nave tripulada Soyuz MS-23 y trasladan a ésta sus asientos de la Soyuz-22 que volverá a la Tierra a finales de este mes.
Mientras tanto, el puesto de avanzada orbital maniobró fuera del camino de un satélite de observación de la Tierra el lunes muy temprano. La nave de rusa Progress 22, atracada en la ISS desde su llegada hace un mes, encendió sus motores durante poco más de seis minutos elevando ligeramente la órbita de la estación para evitar el satélite que se acercaba. La nueva trayectoria orbital no afectará la próxima salida de la misión Crew-5.
La Nasa está considerando ampliar los contratos de Servicios de Reabastecimiento Comercial (CRS)-2 para garantizar servicios continuos de reabastecimiento de carga a la ISS.