La confederación de empresarios catalanes Foment del Treball se ha manifestado en contra de la propuesta de ampliación del aeropuerto barcelonés de El Prat mediante la construcción de una pista sobre el mar.
“Esta idea ya se estudió entre 1995-1997, cuando la primera ampliación”, explica Lluis Moreno Lasalle, presidente de la Comisión para la ampliación del aeropuerto del Prat. “El impacto ambiental y la carrera por el sistema operativo no lo hacían aplicable. Se ha dicho que el coste de la pista de 3.400 metros sería de 2.100 millones de euros y esto no es verdad porque no se tiene en cuenta la pista de rodadura que aproxima a los aviones para el despegue de aviones y que es más costosa que la propia pista de despegue. Además, no hay espacio suficiente entre las dos para poder realizar las 90 operaciones por hora”, ha añadido en una declaración institucional.
Moreno Lasalle fue nombrado por la Junta Directiva de Foment a primeros del pasado mes de septiembre presidente de la Comisión creada entonces con el objetivo de buscar el consenso de todas las Administraciones Públicas para lograr un pacto entre todas las fuerzas políticas que permita el desarrollo de esta infraestructura vital para la economía catalana.
En su declaración institucional, Moreno afirma que “está muy satisfecho de que la Generalitat acepte que se pongan sobre la mesa temas de importancia como el caso de la ampliación del aeropuerto de El Prat, una ampliación que podría satisfacer la demanda de cinco millones de viajeros, según datos de 2019, que debían hacer escala en otro aeropuerto europeo en lugar de Barcelona. Desde 2019, Aena tiene detectada esta cuestión y por eso en 2021 presentó una propuesta, pero la Generalitat se negó a planteársela. Hemos perdido dos años y todavía falta un año por conocer una propuesta concreta”.
Añade Lluis Moreno que “esto es muy complejo: no se trata de alargar o no alargar una pista. De los 2.100 millones de euros que se dicen hacer una pista de despegue hay que añadir lo mismo para hacer una pista de rodadura y también como proponía Aena, crear una terminal satélite y una ciudad aeroportuaria alrededor de la terminal 2 y eso son más de 5.000 millones. Esta inversión no la paga el ciudadano, es pago por uso, se soporta por los billetes de avión como Schipol o Barajas. Debe ser una inversión sostenible por el propio mercado”.
Y concluye que “seguimos trabajando con muchas ganas porque es un tema importante para el país. Una mejora del aeropuerto de Barcelona podría suponer una mejora de dos o tres puntos del PIB de Cataluña y esto es muy relevante y no basta con decir ideas que no sean viables”.