El sindicato alemán IG Metall ha aumentado aún más las tensiones en torno al programa Futuro Avión de Combate (FCAS) europeo en el que participan Alemania, Francia y España, al pedir la retirada de la empresa francesa Dassault Aviation, según informa la agencia Reuters.
Se reúnen estos días en Berlín las ministras de Defensa de Francia, Catherine Vautrin, y de España, Margarita Robles, con su homólogo alemán Boris Pistorius, para intentar desbloquear el proyecto.
El sindicato, que dice estar dispuesto a trabajar con otras empresas francesas, afirma que la continua participación de Dassault pone en peligro la cooperación europea y la asociación de larga data entre Alemania y Francia.
Jürgen Kerner, subdirector de IG Metall, expuso esta posición en una carta a los ministros alemanes de Defensa y de Finanzas. Aunque una decisión de ese tipo probablemente requeriría una intervención política de alto nivel, el sindicato subraya las crecientes tensiones entre las industrias alemana y francesa involucradas en el problemático proyecto.
La patronal metalúrgica francesa, cuyo presidente es el CEO de Dassault, Éric Trappier, ha respondido afirmando que no puede aceptar que se excluyan los intereses industriales de Francia. En julio, Trappier dijo que el FCAS necesitaba un liderazgo más claro mientras los socios se preparan para una segunda fase que incluye un demostrador volador.
El director ejecutivo de Airbus, Guillaume Faury, dijo el miércoles a la radio France Inter que creía que el programa progresaría, pero que aún no se habían acordado las modalidades de cooperación.











