El rover Rosalind Franklin de ExoMars, la misión conjunta ESA-Roscosmos, completó una serie de pruebas ambientales a finales del pasado año en las instalaciones de Airbus, en Toulouse. Se trató de pruebas térmicas y de vacío finales donde el rover se calienta y enfría para simular las temperaturas de su viaje a través del espacio y en la superficie de Marte.
Y así, por ejemplo, Rosalind Franklin puede esperar que las temperaturas caigan a -120° C afuera y -50° C dentro del rover una vez en Marte. También debe poder operar en menos de una centésima parte de la presión atmosférica de la Tierra, y en una atmósfera rica en dióxido de carbono.
El año pasado, el «modelo estructural y térmico» del rover completó con éxito una rigurosa campaña de prueba ambiental; la última ronda de pruebas sometió el modelo de vuelo real al entorno espacial simulado.
Ahora el foco se centra en las comprobaciones finales en los sistemas móviles. Esto incluye verificar la alineación de los instrumentos que trabajan juntos, como los sistemas de imágenes, y una prueba funcional final del sistema integrado después de la campaña ambiental. Una vez que se completen estas verificaciones en el rover, se realizará en las instalaciones de Thales Alenia Space, en Cannes, Francia, una verificación funcional de las interfaces con la plataforma de superficie y el módulo de descenso que lo dejará de manera segura en la superficie de Marte.
El objetivo principal de la misión es determinar si hay o ha habido vida en Marte y comprender mejor la historia del agua en el planeta. El rover buscará ubicaciones geológicas interesantes para examinar con sus herramientas científicas y perforar para recuperar muestras subterráneas, en una búsqueda para responder a estas preguntas.
El lanzamiento de la misión está previsto para la ventana de lanzamiento del 26 de julio al 11 de agosto de 2020 a bordo de un cohete ruso Proton-M con una etapa superior Breeze-M desde Baikonur, Kazajstán, que llegará a Marte el 19 de marzo de 2021.