El Sistema de Detención de Materiales de Ingeniería (EMAS) de la tecnología de seguridad crítica de la Administración Federal de Aviación (FAA) de EEUU desempeña un papel fundamental para evitar que las aeronaves se salgan de las pistas. Los sistemas de detención con materiales de ingeniería utilizan material deformable para detener aeronaves que vuelan hasta a 128 kilómetros/hora.
En enero de 2010, un avión regional Bombardier se salió de la pista 23 del aeropuerto internacional Yeager de Virginia Occidental. Al no poder despegar, el vuelo comercial, con 34 pasajeros y tripulantes a bordo, se desplomó sobre un lecho de material deformable al final de la pista, una medida de seguridad clave. El EMAS evitó que el avión cayera precipitadamente desde varios centenares de metros. Solo sufrió daños menores y ninguno de sus ocupantes resultó herido.
Los sobrepasos de aeronaves como éste son poco frecuentes, pero de alto riesgo. Sin las medidas de seguridad adecuadas, pueden causar daños importantes o incluso la muerte. Por eso, el EMAS supone una importante mejora de la seguridad. Los aeropuertos pueden instalar estas plataformas en los extremos de las pistas (denominadas zonas de seguridad de pista) para detectar aeronaves que se quedan cortas, se sobrepasan o se desvían.
Cómo funciona
Los neumáticos del avión que avanza se hunden en el material liviano y el avión desacelera rápidamente. Los aeropuertos instalan EMAS cuando no pueden cumplir con las dimensiones estándar de la FAA para las áreas de seguridad de pista -a menudo de 152 metros de ancho y 305 metros de extensión más allá de cada extremo de pista- debido a la falta de terreno disponible o a la presencia de obstáculos. Muchas áreas de seguridad de pista se ven limitadas por masas de agua, carreteras, vías férreas, zonas pobladas y cambios drásticos del terreno.
La FAA comenzó a realizar investigaciones sobre EMAS en la década de 1990 con socios del sector público y privado para mejorar la seguridad en los aeropuertos donde no se puede construir toda el área de seguridad de la pista. El primer sistema EMAS se instaló en 1996 en el aeropuerto internacional JFK de Nueva York. Desde entonces, ha detenido 22 aeronaves que sobrepasaban la capacidad normal de vuelo, con 432 tripulantes y pasajeros a bordo, en 69 aeropuertos de todo el país. EMAS ha funcionado con éxito en todos los casos, sin pérdidas de vidas y con daños mínimos.
EMAS se encuentra actualmente en 125 extremos de pista en 72 aeropuertos en más de dos docenas de estados de EEUU. La FAA continúa desarrollando, mejorando y publicando las normas EMAS. La agencia ha utilizado estas normas para ayudar regularmente a los aeropuertos de servicios comerciales a modernizar las zonas de seguridad de las pistas durante las últimas tres décadas y ha iniciado una estrategia similar para mejorar las zonas de seguridad de las pistas de aviación general en todo el país. La FAA también planea ayudar a los aeropuertos extranjeros a instalar el EMAS.