Boeing ha respondido a las declaraciones de Mike Whitaker, titular de la Administración Federal de Aviación (FAA) de EEUU, que recogimos en este diario el pasado viernes, y asegura que seguirá, tomando medidas inmediatas de contención y mitigación para garantizar la seguridad del 737.
Dave Calhoun, presidente y CEO de Boeing, señaló que “después del accidente del 5 de enero que involucró a un avión 737, tomamos medidas inmediatas para garantizar la seguridad del avión. También tomamos la decisión de reducir la producción mientras analizamos detenidamente cada faceta de nuestras operaciones. Escuchamos a nuestros empleados, interactuamos de manera transparente con nuestro regulador, acogimos con agrado los hallazgos y recomendaciones de la revisión del panel ACSAA de la FAA e invitamos al escrutinio de clientes y expertos independientes. Con base en esa retroalimentación y supervisión, hoy presentamos a la FAA nuestro plan integral para fortalecer nuestra gestión de seguridad, sistema de calidad, cultura de seguridad y responsabilidades de AOD”.
“Muchas de estas acciones están en marcha y nuestro equipo está comprometido a ejecutar cada elemento del plan. Es a través de este proceso continuo de aprendizaje y mejora que nuestra industria ha hecho de la aviación comercial el modo de transporte más seguro. Las medidas que estamos adoptando hoy fortalecerán aún más esa base. Agradecemos al administrador Whitaker y al equipo de la FAA por sus comentarios de hoy y continuaremos trabajando bajo su supervisión a medida que avancemos”, añadió Calhoun.
Por su parte, Stephanie Pope, presidenta y CEO de Commercial Airplanes, declaró que “nuestro plan se basa en los comentarios de nuestros empleados, que saben mejor cómo diseñar, construir y entregar aviones seguros y de alta calidad. También incorporamos los requisitos y comentarios de nuestro regulador y agradecimos las recomendaciones de nuestros clientes y expertos de la industria. Con base en esa retroalimentación, nuestra hoja de ruta incluye importantes inversiones para expandir y mejorar la capacitación de la fuerza laboral, simplificar los planes y procesos de fabricación, eliminar defectos en origen y elevar nuestra cultura de seguridad y calidad, junto con medidas específicas para monitorizar y gestionar la salud de nuestra producción”
“Confiamos en el plan que hemos planteado y nos comprometemos a mejorarlo continuamente. Trabajaremos bajo la supervisión de la FAA y cumpliremos con nuestra responsabilidad hacia el público que vuela para continuar entregando aviones seguros y de alta calidad. También agradecemos la paciencia de nuestros clientes mientras implementamos este plan y volvemos a realizar entregas predecibles”, concluyó Pope.