Airbus cuenta alrededor de su red con equipos suficientemente preparados para desarrollar innovadores tanques de almacenamiento de hidrógeno a una temperatura excepcionalmente fría de -253ºC para su misión de llevar aviones de cero emisiones al mercado para 2035. El objetivo final es tener un tanque listo para instalar en el demostrador A380 para 2026-2028.
“Buscamos constantemente aprovechar tecnologías innovadoras que nos ayuden a lograr nuestro objetivo de llevar aviones de cero emisiones al mercado para 2035. Un aspecto bastante fundamental de esto es cómo impulsaremos dicho avión. Como tal, estamos poniendo mucho esfuerzo en aprovechar lo que creemos que es una opción muy convincente: el hidrógeno”, asegura el fabricante aeronáutico europeo.
Existen dos tecnologías principales que permiten que un avión vuele directamente con hidrógeno. Puede impulsar un motor con combustión de hidrógeno a través de motores de turbina de gas modificados, y puede usar celdas de combustible de hidrógeno para generar energía eléctrica. Y puede implementar un enfoque híbrido que utilice una combinación de ambas tecnologías.
Pero independientemente de estas opciones, hay una constante en el trabajo: el hidrógeno debe mantenerse muy frío. Debe almacenarse a -253 °C y mantenerse a esa temperatura de manera constante durante todo el vuelo, incluso cuando los tanques estén vacíos.
Los tanques de almacenamiento para un avión propulsado por hidrógeno son, por lo tanto, un componente absolutamente esencial, pero son completamente diferentes a los que puede encontrar en un avión tradicional. “Inmediatamente nos dimos cuenta de que acertar con estos tanques sería vital para el éxito de nuestro avión ZEROe , por lo que hace unos 15 meses establecimos Centros de Desarrollo de Emisiones Cero (ZEDC) en Nantes, Francia, y Bremen, Alemania, con la tarea de diseñar y fabricar los tanques de hidrógeno y se pusieron a trabajar”, asegura Arbus.
Chris Redfern, responsable de fabricación de, ZEROe Aircraft y arquitecto industrial jefe de Propulsión, añade que “es un verdadero testimonio del trabajo en equipo en nuestras instalaciones ver que este primer tanque se fabrique tan rápido. Queremos optimizar el tanque para una mayor eficiencia y reducir aún más su huella ambiental. Después de todo, un avión de cero emisiones debe estar lo más cerca posible de las cero emisiones durante todo su ciclo de vida”.