Airbus Defence and Space comienza esta semana las negociaciones con los sindicatos sobre recortes de empleos, tras los problemas que está teniendo su avión de transporte militar A400M, que se ensambla en Sevilla, según anunció a Reuters su CEO, Dirk Hoke.
Este miércoles se reunirá un comité extraordinario de Defensa en el que, según temen los miembros del comité interempresas de Airbus España, probablemente se anuncie un recorte de entre 2.000 y 3.000 empleos, de los que muchos podrían afectar a las factorías españolas del constructor aeronáutico europeo.
El pasado jueves, con ocasión de la presentación de los resultados del pasado año, el CEO de Airbus, Guillaume Faury anunció que los 1.362 millones de euros de pérdidas registrados por el Grupo en 2019, frente al beneficio de 3.054 millones de euros del año anterior, “se debió al pago de 3.600 millones de euros por penalizaciones por corrupción y el cargo de 1.200 millones de euros por la revisión de los supuestos de exportación del A400M”.
“En 2020 nos centraremos en reforzar nuestra cultura corporativa, en la mejora operativa y en el ajuste de nuestra estructura de costes para afianzar el rendimiento financiero y prepararnos para el futuro”, agregó Faury. Y en menos de una semana, Airbus se dispone a acometer “la reestructuración general en la división de Defensa y Espacio que intentará hacerla competitiva y en ello habrá una dimensión social que gestionaremos con responsabilidad como hemos hecho otras veces», dijo en rueda de prensa el CEO de Airbus.
Esta división, que cuenta con unos 34.000 trabajadores en todo el mundo, tiene en España la mayor fuerza laboral, con 9.000 empleados y es la más importante para Airbus España, ya que da empleo a casi el 70% de sus 13.000 trabajadores.
Los sindicatos preparan una huelga en el sector aeroespacial nacional si se confirman sus informaciones, según informó el diario Expansión. Por otra parte, la relación entre Airbus y el Gobierno tampoco pasa por el mejor momento después de que el Ministerio de Defensa decidiese asignar a Indra, en vez de al constructor aeronáutico la función de coordinador en el futuro caza FCAS. De hecho, como informó este diario el pasado jueves, España ha quedado fuera del contrato marco inicial (Fase 1A) de demostración para el Sistema Futuro de Combate Aéreo (FCAS) firmado la pasada semana por los gobiernos de Francia y Alemania.
Ambos gobiernos adjudicaron a Dassault Aviation, Airbus y sus socios MTU Aero Engines, Safran, MBDA y Thales, el contrato marco inicial (Fase 1A), que lanza la fase de demostración para el FCAS. Este contrato marco inicial cubre un periodo de 18 meses e inicia el desarrollo de los demostradores y la puesta a punto de las tecnologías avanzadas necesarias para que las pruebas de vuelo comiencen en 2026.
«Entraremos en las primeras conversaciones pronto con el comité interempresas europeo», ha anunciado Dirk Hoke en una entrevista con Reuters, y agregó que las negociaciones tendrían lugar a nivel nacional.
Los problemas técnicos recurrentes con el A400M llevaron a la Fuerza Aérea de Alemania a rechazar la entrega de dos de los aviones el otoño pasado. Luego está la prohibición alemana de las exportaciones de defensa a Arabia Saudita, lo que provocó que Airbus Defence and Space pierda un cliente potencial prometedor, dijo Hoke.
Airbus D&S, con sede en Alemania, creada en 2014 como parte de una reestructuración más amplia, aporta casi un 20% de los ingresos al Grupo Airbus. “El comité interempresas sabe que lucharé por mantener todos los trabajos que pueda. No vendremos con números desproporcionados», añadió Hoke.
Los recortes de empleos dependerán de la utilización de la capacidad y la cartera de proyectos en diferentes instalaciones: «Aquí tengo que decirles a los políticos locales que las garantías para mantener abiertas las plantas que muchos de ellos exigen dependen de los proyectos».
Hoke expresó optimismo sobre las perspectivas de un proyecto para desarrollar aviones de combate y aviones no tripulados francoalemanes de próxima generación después de que los legisladores alemanes asignaran casi 80.000 millones de euros para la fase de prueba del proyecto.