El Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades (MICIU), a través de la Agencia Espacial Española (AEE), ha puesto en marcha el concurso escolar “Pon nombre a un satélite de la Constelación Atlántica”, una iniciativa orientada a acercar la ciencia y la tecnología espacial al alumnado y a promover vocaciones STEM desde edades tempranas. La convocatoria, abierta desde el 7 de noviembre hasta el 28 de noviembre de 2025, permitirá que estudiantes de cuarto de Primaria a cuarto de la ESO propongan el nombre de uno de los ocho satélites que España enviará al programa conjunto hispano-portugués.
La ministra de Ciencia, Innovación y Universidades, Diana Morant, y Pablo Álvarez, primer astronauta español del siglo XXI, han difundido un vídeo explicativo animando a participar en este concurso, concebido para impulsar la implicación del alumnado de centros públicos y garantizar la igualdad de oportunidades en la divulgación científica.
La participación será individual y cada estudiante podrá enviar una sola propuesta. El nombre sugerido deberá ir acompañado de una breve descripción —de hasta 250 palabras— que explique su significado, la inspiración y su relación con los objetivos de los satélites, centrados en la observación de la Tierra, la sostenibilidad y la biodiversidad. De manera opcional, se podrá adjuntar una ilustración o material gráfico en formato JPG, PNG o PDF.
Las propuestas deberán enviarse exclusivamente a través del formulario disponible en la web oficial de la Agencia Espacial Española. Los nombres seleccionados se asignarán oficialmente a los satélites españoles de la Constelación Atlántica, y sus autores recibirán un certificado de reconocimiento. Además, se otorgarán menciones honoríficas y material divulgativo a las propuestas finalistas.
La Constelación Atlántica, integrada por 16 satélites —ocho aportados por España y ocho por Portugal—, constituye un proyecto estratégico destinado a mejorar la capacidad de prevención y respuesta ante fenómenos extremos como inundaciones, incendios forestales, sequías u olas de calor. El concurso escolar se suma así a las acciones de divulgación vinculadas a esta iniciativa, acercando su impacto tecnológico y medioambiental a las aulas de todo el país.











