Madrid.- Un equipo internacional de científicos, entre los que se encuentran investigadores del Centro español de Astrobiología (CSIC-INTA), ha descubierto un nuevo exoplaneta, el primero detectado con WTS por lo que ha sido bautizado WTS-1b.
Cada semana, telescopios de todo el mundo detectan nuevos exoplanetas -que orbitan alrededor de estrellas distintas al Sol- pero el último que ha hallado el United Kingdom InfraRed Telescope (UKIRT) de 3,8 m, en Hawaii, se sale de lo habitual. “Un claro ejemplo de la coordinación internacional y de la necesidad de indagar diferentes ambientes exoplanetarios”, explica David Barrado, coordinador del proyecto en el CAB y uno de los autores del hallazgo, que se ha publicado en la revista Monthly Notices of the Royal Astronomical Society.
«La importancia de este descubrimiento consiste en que el planeta está muy hinchado lo cual desafía los modelos convencionales de evolución planetaria y apoya la hipótesis de que este tipo de planetas puede haberse formado de una manera radicalmente diferente a los del Sistema Solar» comenta Eduardo Martín, investigador del CAB y también coautor del trabajo.
Estas teorías predicen que los radios de los planetas recién formados decrecen con el paso del tiempo a medida que éstos radian su energía interna. Sin embargo, teniendo en cuenta que el exoplaneta descubierto -bautizado como WTS-1b- y su estrella progenitora se formaron hace 600 millones de años, el cuerpo debería tener un tamaño un 20% superior al de Júpiter y no un 50%, como se observa. Una posible explicación es la gran cercanía entre WTS-1b y su estrella lo que hace que el exoplaneta no se haya enfriado tan rápidamente y se mantenga “inflado”.
WTS-1b ha sido detectado por un equipo internacional de científicos, del que forma parte el Centro de Astrobiología, la Universidad Nacional de Educación a Distancia, el Instituto de Astrofísica de Canarias, el Centro Astronómico Hispano Alemán, la Universidad de La Laguna, y numerosas instituciones europeas y latinoamericanas. Para ello se ha hecho uso fundamentalmente del telescopio UKIRT utilizando WFCAM en el marco de un proyecto dedicado a detectar planetas alrededor de estrellas M en el infrarrojo empleando técnicas de fotometría infrarroja para identificar los tránsitos.
«La importancia de este descubrimiento consiste en que el planeta está muy hinchado, lo cual desafía los modelos convencionales de evolución planetaria y apoya la hipótesis de que este tipo de planetas puede haberse formado de una manera radicalmente diferente a los del Sistema Solar» comenta Eduardo Martín, investigador del CAB y coautor del trabajo.
Estas teorías predicen que los radios de los planetas recién formados decrecen con el paso del tiempo, a medida que éstos radian su energía interna. Sin embargo, teniendo en cuenta que el exoplaneta descubierto –bautizado como WTS-1b– y su estrella progenitora se formaron hace 600 millones de años, el cuerpo debería tener un tamaño un 20% superior al de Júpiter y no un 50%, como se observa. Una posible explicación es la gran cercanía entre WTS-1b y su estrella lo que hace que el exoplaneta no se haya enfriado tan rápidamente y se mantenga “inflado».