Washington.- Tras una semana negra marcada `por cinco incidentes registrados en los aviones 787 Dreamliner de Boeing, la Agencia Federal de Aviación (FAA) norteamericana anunció el pasado viernes la apertura de una investigación a fondo sobre la seguridad de estas unidades.
La agencia indicó que el Dreamliner sigue siendo seguro pero que se necesita un examen minucioso para identificar la causa de una serie de problemas, que incluye el incendio de un 787 estacionado en un hangar hace una semana. Boeing, por su parte, se manifestó “confiado” en su producto.
«Preocupan los hechos recientes que involucran al Boeing 787. Por eso estamos llevando a cabo una investigación exhaustiva», dijo el secretario de Transporte, Ray LaHood, en una conferencia de prensa.
La revisión pondrá énfasis en los avanzados sistemas electrónicos del 787 e incluirá el diseño, la fabricación y el ensamblaje, señaló la FAA.
La decisión se tomó tras anunciarse una investigación sobre una batería que se incendió y provocó «graves daños» a un 787 de Japan Airlines que estaba estacionado en el aeropuerto de Boston.
Sumándose a los incidentes que han puesto a prueba la confianza en el primer avión fabricado en su mayor parte por compuestos de carbono, un Dreamliner sufrió una rotura en el parabrisas de su cabina de mando y otro una pérdida de combustible en distintos vuelos de compañías japonesas.
El 787 es el avión más nuevo de Boeing y su máximo esfuerzo por revolucionar la aviación comercial mediante el uso de nueva tecnología para reducir el coste en combustible. Cada aparato tiene un precio de catálogo de 207 millones de dólares.