Moscú.- La agencia espacial rusa Roscosmos estudia un plan para evitar el impacto del asteroide Apophis sobre la superficie de La Tierra, un acontecimiento previsto para el 2036. El proyecto tendrá como guía «las leyes de la física, y no utilizará bombas nucleares».
“La vida de la gente está en juego. Debemos gastar varios cientos de millones de dólares y diseñar un sistema que pueda prevenir una colisión en lugar de sentarnos y esperar a que ocurra y mueran cientos de miles de personas”, ha argumentado el presidente de Roscosmos, Anatoli Perminov.
A pesar de la amenaza que supone este cuerpo celeste, científicos de la Nasa publicaron en octubre un informe actualizado sobre la órbita terrestre, en el cual apuntan a una probabilidad significativamente reducida de una colisión peligrosa con La Tierra en 2036.
Según hizo público la Nasa ayer mismo, los científicos están utilizando las observaciones recogidas por el telescopio espacial Herschel de la Agencia Espacial Europea (ESA) sobre el asteroide Apophis en su aproximación a la Tierra el pasado fin de semana a una distancia de 14,5 millones de kilómetros . Los datos muestran que el asteroide es mayor de lo estimado inicialmente. Al parecer, es un 20% mayor y pesa un 75% más de lo estimado. En base a los datos recogidos por los telescopios, los científicos esperan calcular la órbita del asteroide y el punto más aproximado donde impactará sobre la Tierra en 2036.
El Instituto Max Planck para la Física Extraterrestre analiza los nuevos datos. Hasta ahora se estimaba que el asteroide Apophis (2004 MN4), descubierto en 2004, medía 270 metros de diámetro y contaba con una masa de 46 millones de toneladas. Si un objeto de este tamaño chocara con la Tierra, algo que teóricamente podría ocurrir en 2036, el impacto equivaldría a una explosión de 141 megatones. Ahora resulta que el impacto podría ser todavía mayor.
Los científicos han comprobado también que el Apophis refleja un 23% de la radiación solar, frente a la evaluación anterior del 33%. Esta información contribuirá a pronosticar mejor los cambios de su trayectoria a partir del llamado efecto Yarkovsky.