Baikonur.- Todo está preparado para el lanzamiento mañana de la nave rusa Soyuz TMA-07M que llevará a la Estación Espacial Internacional (ISS) a los tripulantes de una nueva misión orbital, el ruso Román Romanenko, el estadounidense Thomas Marshburn y el canadiense Chris Hadfield.
Rusia elevó el pasado domingo en casi 2,5 kilómetros la altura media de la órbita de la ISS para facilitar el atraque de la Soyuz TMA-07M y ayer la nave fue instalada en la rampa de lanzamiento, según anunció la agencia espacial rusa Roscosmos.
La elevación de la órbita, programada inicialmente para el pasado jueves, se aplazó en el último momento al domingo a petición de la Nasa debido a que uno de los elementos de los paneles solares no se colocó oportunamente en la posición requerida.
Además de facilitar el amarre de la Soyuz previsto para el 21 de diciembre, la maniobra tiene como objetivo comprobar un nuevo protocolo, PDAM, que permite a la estación evadir choques con fragmentos de basura espacial en plazos reducidos, apenas tres horas antes de que se acerquen. Para una corrección de la órbita en caso de emergencia, se utilizarán los motores de la nave de carga rusa Progress, según indicó la agencia rusa RIA Novosti.
En estos momentos, a bordo de la instalación orbital se encuentran los cosmonautas rusos Oleg Novitski y Evgueni Tarelkin, y el astronauta de la NASA, Kevin Ford, que comenzaron su misión el pasado 23 de octubre.