Washington.– La misión GRAIL de la NASA concluye hoy estrellando sus dos sondas gemelas, Ebb y Flow, sobre la superficie del polo norte de la Luna.
La misión Grail se puso en marcha en septiembre de 2011 y supuso una inversión total de 496 millones de dólares. El pasado mes de marzo las dos sondas ‘gemelas’ entraron en la órbita lunar y comenzaron a estudiar la gravedad del satélite.
Como resultado de la misión, los científicos lograron crear por primera vez un mapa preciso del campo gravitacional de la Luna, con lo que esperan descubrir los detalles de la estructura interna del satélite natural de la Tierra, así como de su nacimiento y evolución.
La misión Grail ha obtenido detalles sin precedentes sobre la estructura interna y la evolución de la Luna. Esta información aumentará nuestro conocimiento de cómo la Tierra y sus vecinos rocosos del Sistema Solar se convirtieron en los mundos tan diversos que hoy conocemos.
Desde el día 8 de marzo, la misión ha estado operando intensivamente durante 89 días. Desde una órbita que sobrevuela los polos lunares, las dos naves han recogido datos que cubren toda la superficie lunar tres veces. Mediante un instrumento que llevan a bordo, cada nave transmite señales de radio que permiten a los científicos traducir los datos a un mapa de alta resolución del campo gravitatorio lunar. Las dos naves transmitieron la última serie de datos de la misión primaria el día 28 de mayo. Los instrumentos fueron apagados a las 10 a.m. PDT (Pacific Daily Time: equivalente a 7 p.m. en España) cuando las naves estaban a 60 kilómetros de altura sobre la zona llamada Mare Nectaris.
“Muchos de los objetivos de la medición se alcanzaron con el análisis de tan sólo la primera mitad de los datos de la misión primaria, lo cual ya dice mucho de la habilidad y la dedicación de los equipos científicos y de ingeniería”, dijo María Zuber, investigadora principal de la misión Grail en el Instituto Tecnológico de Massachusetts en Cambridge. “Aunque todavía hay una gran cantidad de trabajo por hacer para alcanzar todos los objetivos científicos de la misión, es muy estimulante darse cuenta de que lo que viajó desde la Tierra hasta la Luna está aquí ahora, en nuestras manos”.
La Grail ha enviado a la Tierra más del 99.99% de los datos que podrían haberse recogido, lo cual subraya la impecable actuación de la nave espacial, de sus instrumentos, y de la Red de Espacio Profundo”, dijo Zuber.