París.- La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, anunció ayer en París la construcción de 800 o más aeropuertos regionales en este país 17 veces mayor que España que está en una carrera contrarreloj para mejorar su deficiente infraestructura de transporte y estimular su economía.
«Los números en Brasil son grandes. Pretendemos hacer en torno a unos 800 aeropuertos regionales o más» en cada ciudad de más de 100.000 personas, dijo Rousseff en respuesta a preguntas de empresarios en la sede del Medef, la principal asociación empresarial francesa, según recoge esta mañana la prensa gala.
«Brasil es un país continental, no precisamos sólo ferrocarriles. Y algunas personas en Brasil sólo pueden trasladarse por avión. Queremos que las ciudades de más de 100.000 habitantes tengan un aeropuerto a 50, como máximo 60 kilómetros de distancia», afirmó Rousseff.
«Es una necesidad importante también para el crecimiento del país», añadió Rousseff, que expresó en Francia una vez más su rechazo a las medidas de austeridad en tiempos de crisis.
Brasil, con una población de 194 millones de personas, primer productor mundial de materias primas como azúcar, café, jugo de naranja y carne bovina, necesita más y modernos aeropuer-tos para poder transportar las materias primas.
También busca mejorar su deficiente red interna de transporte con vistas a la Copa del Mundo de 2014 en Brasil y los Juegos Olímpicos de 2016 en Rio de Janeiro.
Los aeropuertos están congestionados, muchos en mal estado, y las reformas previstas para la Copa posiblemente no estarán listas para 2014, señalan analistas. La mayoría de «los aero-puertos en Brasil están congestionados. Si la cosa no mejora y sigue como va, van a tener problemas», advirtió recientemente el presidente de la Asociación Latinoamericana y del Caribe de Transporte Aéreo (ALTA), Roberto Kriete.
El transporte aéreo en Brasil ha crecido más del 120% en la última década, cuando más de 30 millones de personas salieron de la pobreza y comenzaron a viajar en avión por primera vez, y supera de lejos el ritmo de aumento de la capacidad.
El gobierno privatizó en 2011 tres grandes aeropuertos, dos en Sao Paulo y uno en Brasilia, quebrando el monopolio de la estatal Infraero en el país
Las privatizaciones de los aeropuertos de Rio de Janeiro y Belo Horizonte están atrasadas, y según Rousseff seguirán el modelo de los tres ya licitados: un 51% del control accionaria para la empresa privada ganadora y un 49% para la estatal Infraero.