Colomiers.- El primer ministro francés, Jean-Marc Ayrault, y el presidente y consejero delegado de Airbus inauguraron ayer oficialmente en Colomiers, cerca de Toulouse, la nueva planta de ensamblaje final (FAL) para su futuro avión de largo recorrido A350.
La planta, de 74.000 metros cuadrados, ha sido bautizada con el nombre de Roger Béteille, un excepcional pionero de la aviación francesa. Actualmente trabajan en ella 700 empleados, que llegarán a 1.500 cuando se encuentre en plena producción y construirán hasta diez aviones al mes a partir de 2018.
El próximo verano está previsto que salga de la nueva planta el primer A350. Su fabricación, con un material compuesto más ligero que el aluminio, es más cara aunque esto permite reducir el consumo de queroseno. Será el competidor directo del Boeing 787, ya operativo. El A350 totaliza en la actualidad 558 pedidos en firme procedentes de 34 clientes.
El presidente Brégier no descartó la posibilidad de que el A350 vuele a finales de la próxima primavera a Le Bourget. Pero el reto no parece fácil de cumplir, habida cuenta de que el programa A350 ha tenido problemas para cumplir con su calendario original. La primera entrega de aviones a la compañía Qatar Airways ha sido nuevamente aplazada.
A la ceremonia inaugural, que tuvo lugar en el interior de la FAL, asistieron representantes políticos franceses, delegaciones de gobiernos implicados en Airbus, así como clientes de la constructora aeronáutica, proveedores, altos ejecutivos y empleados.