Madrid.- Aena confirmó ayer en su cuenta de Twitter que negocia con los sindicatos un plan de bajas voluntarias incentivadas para sus empleados mayores de 55 años, lo que podría afectar hasta unos 1.500 trabajadores que percibirían el 85% del total de su remuneración actual, pluses incluidos.
Hace un mes, actualidadaeroespacial.com anunció que Aena había planteado a la Coordinadora Sindical Estatal (CSE) formada por los principales sindicatos CC OO, UGT y USO un ERE que contempla el despido de entre 1.500 y 2.000 trabajadores mayores de 55 años. Al parecer, la dirección de la empresa había presentado un plan de bajas incentivadas y voluntarias que fue tachado por los sindicatos como “ERE encubierto”. En realidad, a juicio de los expertos, “lo que encubre es un plan de prejubilaciones, aunque lo vistan de seda”.
Según diversos expertos consultados por este diario, por mucho que trate Aena de revestir las negociaciones de “ERE voluntario” o “extinciones voluntarias de contrato en el marco de un ERE”, como aseguraba ayer en su cuenta de Twitter, “nadie que haya pasado por la experiencia de un ERE de verdad puede llamar así a un plan de extinciones de contrato con el 85% de sus emolumentos actuales. Es evidente que lo de Aena se trata de un plan de prejubilaciones incentivadas en toda regla, a lo que se opone la UE y ahora también el Gobierno del PP”.
De hecho, hace unos días se hacía público que el Ministerio de Empleo y Seguridad Social, por recomendación de la Unión Europea, ultima su propuesta para reformar radicalmente las modalidades de jubilación anticipada y parcial. En concreto, baraja endurecer las condiciones de acceso al retiro anticipado y el parcial podría hasta desaparecer. Lo que parece chocar frontalmente con lo que Aena, es decir, el Ministerio de Fomento, pretende en sus negociaciones con los sindicatos.
¿Y quién pagará durante tantos años el 85% de las remuneraciones de los 1.500 trabajadores despedidos?, se preguntan muchos de los expertos consultados por este diario. Según algunos, los seguros contratados por Aena. Pero, evidentemente, a las compañías de seguros las pagará Aena y aún con mayor coste porque, evidentemente, las aseguradoras también obtendrán beneficios por sus servicios, señalaron.
Aena responde desde su página de Twitter: “Aena no se financia con los Presupuestos del Estado sino con recursos propios. El ERE de Aena se financiará exclusivamente con recursos propios, por tanto no se utilizará dinero público”. Pero, “¿desde cuándo no son públicos los recursos propios de una empresa 100% pública?”, se preguntan los expertos consultados. Y “¿cómo va a pagar el 85% de la remuneración de los empleados durante años con sus propios recursos una empresa como Aena que es incapaz de amortizar una deuda de más de 13.000 millones de euros y que sólo en el segundo trimestre de este año ha incrementado su deuda en más de 1.000 millones de euros, según el Banco de España?”
Y si Aena prescinde de 1.500 de los trabajadores con más experiencia, “¿quién realizará el trabajo que ellos hacían? ¿Recaerá sobre los hombros de los que quedan, obligados a sumar más horas de trabajo y esfuerzos por el mismo sueldo que cobraban hasta ahora? ¿O serán suplidos por becarios o contratados noveles sin experiencia incumpliendo la propia normativa del Gobierno que prohíbe toda contratación en la Administración Pública?
Por último, los expertos consultados por este diario se plantean: “¿cómo una empresa monopolística como Aena es capaz de descapitalizarse de los conocimientos y experiencia acumulados, sacrificando a muchas de las personas que durante años han contribuido a hacer de la gestora aeroportuaria española la más importante del mundo?»