Madrid.-Un Boeing 767-300 de Delta Air Lines con 206 pasajeros a bordo y con destino Madrid tuvo que regresar la pasada madrugada al aeropuerto JFK de Nueva York después de que se encontraran unos cables sospechosos en uno de los baños.
Tras inspeccionar la aeronave, no se encontraron explosivos en el avión, que aterrizó en el JFK unos 90 minutos después de despegar rumbo a la capital española.
En un comunicado, Delta Air Lines ha definido la situación como una «preocupación de seguridad», sin dar más detalles, y ha explicado que, por precaución, ha ordenado el regreso del aparato al aeropuerto.
A su llegada, los artificieros han examinado el avión y no han encontrado ningún artefacto explosivo en su interior, según fuentes de seguridad.
En un principio, se rumoreó que la policía había retenido a una pareja formada por un hombre árabe y una mujer argentina, aunque no se han confirmado tales extremos.