París.- El accidente del A330 de Air France en vuelo Río-París, en el que murieron 228 personas en 2009, se debió a una conjunción de errores humanos y fallos técnicos, según las conclusiones del informe de los expertos judiciales de la Comisión francesa de Investigación y Análisis de Accidentes (BEA).
Los expertos judiciales apuntan que la tripulación no actuó adecuadamente después de la desconexión del piloto automático y no realizó el procedimiento necesario en tales casos. El comandante de la aeronave, a su vez, no estaba en la cabina de pilotos en el momento y no gestionó bien el trabajo de los co-pilotos. Además, influyeron mucho las condiciones adversas para el vuelo. La tragedia sucedió por la noche y en medio de turbulencias, concluyeron los especialistas.
En su informe provisional de hace un año, la BEA había atribuido en gran manera la responsabilidad del accidente a los pilotos, estimando que no habían sabido hacer frente a las dificultades surgidas en los últimos minutos del vuelo.
El dictamen definitivo conocido ahora, de 356 páginas y que comienza con una descripción de la caída del Airbus A330, deberá presentarse a los familiares de las víctimas el próximo martes.
“La caída se inició por una trayectoria no controlada cuando sobrevino la pérdida de datos de la presión total debido a la congelación de las sondas Pilot, acompañada de las alarmas y la degradación de los sistemas asociados. La falta de información a los equipos respecto a la congelación de las sondas o la altitud ´provocó el efecto sorpresa”, concluye el informe.
Las conclusiones del informe hacen referencia también a una reacción inapropiada de la tripulación e incluso una falta de seguimiento de los incidentes de pérdida de indicaciones de velocidad desde 2004.
Estos resultados fueron conocidos en el momento en que la BEA, organismo público francés encargado de las investigaciones en materia de seguridad aérea, ha hecho público el informe definitivo de su estudio.
El accidente del A330-200 de Air France que cayó al océano Atlántico el 1 de junio de 2009, causó la muerte de sus 216 pasajeros y los 12 tripulantes. Tras varias fases de investigación, se lograron recuperar a 1.296 kilómetros de la ciudad brasileña de Recife los cuerpos de las víctimas, buena parte del fuselaje del avión y las cajas negras que registran los incidentes de vuelo.
Comunicado de Airbus
Por su parte, Airbus, el constructor del avión siniestrado, nada más conocer el informe, ha hecho público un comunicado en el que, además de expresar su solidaridad con los familiares y amigos de las víctimas, asegura su voluntad reforzar las medidas de seguridad para los pasajeros.
“Sin esperar al informe final de la BEA, hecho público hoy, Airbus ya ha comenzado a trabajar a nivel industrial con objeto de reforzar los requisitos respecto a la resistencia de las sondas Pilot y aportando un apoyo activo a las funciones asociadas”, ha dicho el constructor aeronáutico europeo tras conocer los resultados del informe final sobre el accidente.
“El informe final de la BEA ofrece la oportunidad de reflexionar sobre las lecciones a extraer de esta tragedia y las medidas a tomar para evitar que un accidente como éste pueda repetirse. Airbus va a estudiar este informe en detalle y adoptará todas las medidas que permitan contribuir a este esfuerzo colectivo por optimizar la seguridad aérea”.
«Airbus expresa una vez más su profunda solidaridad con todos los que han perdido un familiar, un amigo o un ser querido en este trágico accidente”, concluye el comunicado.