Rabat.- El avión Solar Impulse que despegó en la madrugada de ayer del aeropuerto madrileño de Barajas, aterrizó, 19 horas después, en el aeropuerto de Rabat.
Con esta segunda etapa, con Bernard Piccard a los mandos del avión, después de relevar a su socio y co-fundador , André Borschberg, quien había cubierta la primera parte de la misión: culminaba el primer vuelo de 2.500 kilómetros sin consumir una gota de carburante.
El avión, tras despegar de Barajas donde ha permanecido la pasada semana, se dirigió hacia Sevilla a una altura de unos 3.600 metros. Sobrevoló el Estrecho de Gibraltar a media tarde a una altura de unos 8.500 metros para alcanzar el espacio aéreo marroquí por Tánger en dirección a Rabat, donde llegó ya de noche.
A lo largo de esta semana tendrán lugar en la capital marroquí diversos eventos oficiales para un público juvenil y de adultos, seminarios y conferencias organizados por MASEN y socios locales.