Madrid.- Aena inauguró el pasado viernes la nueva torre de control del aeropuerto de La Palma cuyo servicio fue adjudicado mediante concurso el pasado 28 de septiembre a la empresa madrileña Saerco en asociación con los Servicios de Navegación Aérea de la República Checa (ANS CR), como informó en su día este diario.
La nueva torre ha supuesto una inversión de 4,1 millones de euros, de los cuales un millón ha correspondido a obra civil y 3,1 a equipamientos y comunicaciones.
El 17 de enero de 2011 Aena inició el concurso para la liberalización del servicio de control de torre en 13 aeropuertos, entre ellos, el de la isla canaria de La Palma. La licitación se llevó a cabo mediante la modalidad de procedimiento negociado con convocatoria previa de licitación, prevista en el párrafo cuarto del artículo 58 de la Ley 31/2007, de 30 de octubre.
El proceso se llevó a cabo en tres fases, en un plazo de 7 meses que concluyó el pasado 28 de septiembre con la adjudicación del servicio de control de los aeropuertos canarios de La Palma, Lanzarote y Fuerteventura a una hasta ese momento desconocida empresa Saerco en una no más conocida asociación con los servicios nacionales checos de control. La duración del contrato con los adjudicatarios es por cinco años, prorrogables por uno más y el precio de adjudicación del servicio es de 18,1 millones de euros anuales.
Para optar a la adjudicación, Saerco, entre otros requisitos, tuvo que demostrar experiencia como proveedor de servicios de control de tránsito aéreo de aeródromo y disponer de personal de control con licencia en vigor. Para lo primero se requería disponer en los últimos 5 años de al menos 4 años de experiencia como proveedor de servicios de control de tránsito aéreo de aeródromo, acreditar un número establecido de vuelos controlados en 2010 y haber prestado en 2010 servicio en un número determinado de aeropuertos con una capacidad establecida en el documento. Para cumplir el segundo requisito debía disponer de al menos cinco controladores con licencia en vigor para cada una de las dependencias con horario operativo de hasta 18 horas, entre ellas las de los aeropuertos de Lanzarote, Fuerteventura y La Palma.
A pesar de haber transcurrido ya más de siete meses desde su adjudicación, se desconoce que se haya llevado a cabo el contrato y cuál es la situación actual una vez producido el cambio del ejecutivo socialista por el Gobierno del PP hace poco más de cuatro meses.
De cualquier forma, en virtud de la propia normativa establecida por el Gobierno anterior, “a partir de la firma de los contratos con los nuevos proveedores se abre una fase de transición en la que los adjudicatarios tendrán que obtener para cada una de las torres en las que vayan a prestar servicios la designación como proveedores de servicios de tránsito aéreo por parte de la Dirección General de Aviación Civil, previo informe favorable de AESA, y habilitar a su personal de control en cada una de las dependencias a las que sea asignado”.
Durante la fase de transición el proveedor del servicio de tránsito aéreo en el aeropuerto será Aena, aunque en la torre pueda coexistir el personal de control de Aena con el del nuevo proveedor, que estará en periodo de formación”.
Es decir, que el nuevo proveedor a quien se le han adjudicado los servicios de control de La Palma -Saerco y ANS CR con sus propios controladores checos- tendrá que esperar a que los actuales controladores españoles de Aena que prestan servicio en esa torre “decidan si se subrogan con el nuevo proveedor, conforme a las condiciones económicas y laborales aplicables al mismo; si continúan en Aena -donde se les asignaría un nuevo destino-, o si rompen su relación contractual con Aena, tal como se establece en la Ley 9/2010, que regula la prestación de servicios de tránsito aéreo”.
La nueva torre de control que espera a los profesionales checos ocupa una superficie aproximada de 1.000 metros cuadrados y forma parte de un conjunto de actuaciones enmarcadas en la ampliación del aeropuerto de La Palma, que se han ido poniendo en servicio en fases coordinadas entre sí desde finales de 2010 con el fin de no interferir en la actividad aeroportuaria.
La torre, que tiene una altura de 22 metros sobre la plataforma, está integrada en la nueva área terminal y cuenta con dos plantas: las entreplantas técnica y operativa (salas de instalaciones, de supervisión y de descanso), el fanal -en cuyo perímetro se ha dispuesto una terraza para su mantenimiento-, y el campo de antenas. Las dependencias de Navegación Aérea se han habilitado en una zona específica junto al bloque técnico –donde se encuentran las oficinas de Aena Aeropuertos–, y que tiene acceso a la torre mediante una escalera independiente. La puesta en servicio de la nueva torre de control ha supuesto, además, la instalación y puesta en marcha de diversos equipamientos y sistemas de comunicaciones asociados a ella, entre los que cabe destacar:
– Sistema SACTA III (Sistema Automatizado de Control de Tránsito Aéreo). Suministra al controlador toda la información necesaria para el desarrollo de su trabajo (datos de vuelo, vigilancia e información meteorológica y aeronáutica), de forma que mejoren los niveles de capacidad y fluidez del tráfico aéreo, dentro de los parámetros de seguridad exigidos por la comunidad aeronáutica.
– Sistema de Comunicaciones orales. Facilita la gestión de las comunicaciones orales y telefónicas para dar el servicio de control ATS.
– Sistema de Comunicaciones por fibra óptica. Intercomunica las diferentes instalaciones de Navegación Aérea del Aeropuerto de La Palma para el transporte de datos.
– Sistema de Comunicaciones radio tierra/aire. Permite el establecimiento de comunicaciones orales entre el controlador y el piloto.
También se ha colocado un nodo para la red de datos de Navegación Aérea (REDAN) con el fin de dar soporte a las comunicaciones entre los usuarios de la torre, el radar y el centro de proceso de datos del aeropuerto. El aeropuerto de La Palma registra actualmente una media de 50 operaciones al día, entre llegadas y salidas, y consta de una plantilla de 8 controladores aéreos trabajando en su torre de control.