Madrid.- El incremento de tasas aeroportuarias contenido en el proyecto de Presupuestos Generales del Estado (PGE) de 2012 podría reducir hasta 2,87 millones de turistas (entre españoles y extranjeros), que dejarían de gastar 1.636 millones de euros directos en los destinos españoles, según un estudio de impacto realizado por Exceltur.
El Gobierno ha decidido incrementar los precios de los billetes de avión este año a través de la subida de tasas que pagan las compañías aéreas, a tenor de los PGE presentados recientemente en las Cortes Generales.
Los Presupuestos para el año en curso incrementan los precios de las tasas de aterrizaje y servicios de tránsito en los aeropuertos españoles. Estas tasas las pagan las compañías aéreas, pero después repercuten el coste en los billetes.
Las tasas de seguridad crecen un 66% de forma general, mientras que las de control de equipaje se triplican. Así, por cada pasajero que vuele a un país de la UE, la compañía aérea tendrá que abonar 14,44 euros si despega desde el aeropuerto de Madrid-Barajas cuando el pasado año pagaba sólo 6,95 euros y 13,44 euros si despega desde Barcelona-El Prat mientras que en 2011 se pagaba 6,12 euros.
La tasa de seguridad aeroportuaria pasa de 2,08 euros a 3,46 euros por pasajero y de 1,04 a 1,73 euros en los vuelos interinsulares. Junto a ello, el precio público por los servicios de inspección y control de equipajes casi se triplica, al pasar de 0,13 a 0,38 euros por pasajero.
Exceltur, la patronal del sector turístico, estima que este aumento podría suponer que hasta 2,86 millones de pasajeros dejasen de volar en España. Las estimaciones se han hecho suponiendo que las compañías aéreas trasladarán el incremento de las tasas al precio de los billetes y, por tanto, al cliente final. Ese estudio tiene en cuenta sólo las subidas en los aeropuertos de Madrid-Barajas (+50,3%), Barcelona-El Prat (+53,6%), Palma de Mallorca, Málaga, Gran Canaria, Alicante y Tenerife Sur (un 12,9% de media). Lo que quiere decir que si se contasen el resto de aeropuertos, menos turísticos y con menor número de pasajeros, la pérdida de ingresos y pasajeros para los destinos sería aún mayor.
“En el caso de los destinos vacacionales, la subida puede provocar la eventual redirección de los vuelos por parte de los touroperadores hacia otros destinos competidores en países emergentes, especializados en el turismo de ‘sol y playa’”, advierte Exceltur.
La asociación de empresas turísticas calcula que estas subidas pueden suponer un incremento del 6% en vuelos con origen en Madrid y Barcelona y de un 1,6% para el resto de aeropuertos. También aprecia que algunas rutas posiblemente resulten deficitarias para las compañías aéreas y dejarán de operarlas.