Everett.- El presidente norteamericano Barack Obama prometió el pasado viernes hacer todo lo que esté a su alcance para desarrollar las exportaciones estadounidenses con el fin de aumentar el empleo, durante una visita a Everett, sede del constructor aeronáutico Boeing.
Obama, reunido con empleados de Boeing cerca de una línea de montaje de aviones, prometió «no permanecer inerte» cuando los competidores de Estados Unidos «no respetan las reglas» del comercio internacional, al tiempo que argumentó a favor de un reequilibrio de la tasación de las empresas para incitar la creación de empleos.
Una comunicación de la Casa Blanca había anunciado que el presidente viajaría hasta Everett para discutir con los obreros nuevos programas gubernamentales para relanzar la economía de Estados Unidos y otros relacionados con la importación de manufacturas.
El año pasado el Buró Nacional de Relaciones Laborales (BNRL), un panel adscrito a la Oficina Oval, pero con cierta autonomía, planteó una acusación formal contra Boeing, cuando la firma intentó cambiar de sede en Washington para eludir presiones sindicales. Tal imputación causó una reacción en el partido republicano y de una parte del sector privado, que acusaron al gobierno de Obama de querer inmiscuirse en las decisiones empresariales.
La visita de Obama ocurre cuatro días después que el Presidente presentara un presupuesto nacional que la oposición ha calificado de populista porque aumenta impuestos a los ricos y destina millones a ayudas para medianas empresas.