París.- El tráfico aéreo se vio muy perturbado en Francia, en los dos primeros días de paro de los pilotos franceses contra el proyecto de ley de huelga que se debate estos días en la Asamblea y el Senado.
Ayer por la mañana varios vuelos fueron anulados a último minuto en el aeropuerto de París-Roissy. También en el aeropuerto de París-Orly hubo anulaciones imprevistas, según fuentes del aeropuerto. La compañía Air France, la más afectada por la huelga, preveía asegurar el martes solamente el 50% de sus vuelos de largo recorrido y 70% de los de corto y mediano recorrido.
Las perturbaciones afectan asimismo a otras compañías, como EasyJet, que debió anular la víspera varios de sus vuelos desde aeropuertos franceses.
El lunes pasado Air France logró realizar un 85% de sus vuelos de largo recorrido y el 70% de los de corta y media distancia. Para este miércoles, la empresa prevé mantener el 50% de los de larga distancia y hasta el 70% de los trayectos más cortos. No obstante, sugiere a sus clientes posponer en lo posible sus viajes hasta después del 9 de febrero, fecha en que concluye la protesta.
El proyecto de ley prevé imponer al personal un preaviso de huelga individual 48 horas antes de un conflicto. El gobierno considera que la ley aporta «un progreso para el derecho de los pasajeros», dado que las compañías aéreas podrán hacer previsiones más precisas de tráfico.
Por su parte, los sindicatos denuncian un ataque al derecho de huelga en el sector privado y consideran que la medida es negativa para el diálogo social.
Este movimiento social se produce en momentos en que la dirección de la compañía Air France tiene el proyecto de denunciar la mayoría de los acuerdos de empresa (organización del trabajo, remuneraciones, etc) con el objetivo de reducir costes.
Todos los sindicatos del sector llamaron en diciembre al personal a la movilización del 6 al 9 de febrero para oponerse a la ley, que finalmente fue votada en primera lectura por la Asamblea el 24 de enero. El texto será sometido a aprobación por el Senado el 15 de febrero y pasará luego de nuevo a la Asamblea en segunda lectura.
Según el Sindicato Nacional de Pilotos de Línea (SNPL), la protesta afecta «a numerosas compañías», tanto las del grupo Air France como trasnacionales e independientes. El objetivo no es sembrar el caos en los aeropuertos sino «mostrar al gobierno que hay una fuerte movilización de pilotos y de todos los oficios del sector aéreo», declaró el presidente del SNPL, Yves Deshayes. Asimismo, aseguró que el movimiento «va a endurecerse muy claramente».
Pilotos, azafatas y otros empleados de la compañía protestan contra la regla, ya existente en los ferrocarriles y en los transportes urbanos de Francia, de tener que avisar de su intención de hacer huelga por adelantado para que sus empresas puedan prepararse y prevenir mejor a los usuarios. Los sindicatos creen que esta ley infringe los derechos de los trabajadores.