Pekín.- China ha prohibido a sus compañías aéreas que paguen la tasa a las emisiones contaminantes (CO2) impuesta por la unión Europea (UE), según anunció la prensa local, citando fuentes de la administración de aviación civil de este país (CAAC).
«Las compañías aéreas chinas no están autorizadas a pagar un impuesto sobre las emisiones de carbono impuestas por la Unión Europea sin contar con un permiso del gobierno», según indicó la CAAC en un comunicado.
La decisión de la UE de imponer una tasa a los vuelos que ingresen o salgan de los aeropuertos de la misma por las emisiones de CO2 «es contraria a los principios pertinentes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático y a las normas internacionales de aviación civil. China va a considerar la adopción de las medidas necesarias para proteger los intereses de individuos y empresas chinas, según se desarrolle el tema», según la CAAC.
Con este impuesto, introducido el 1 de enero, la UE quiere obligar a todas las aerolíneas, sea cual sea su nacionalidad, a comprar el equivalente al 15% de sus emisiones de CO2, o sea 32 millones de toneladas, para luchar contra el calentamiento global.
Más de una veintena de países, entre ellos India, Rusia, China y EE UU, se oponen a esta medida.
A comienzos de enero, China indicó que no cooperaría con la UE en cuanto a este impuesto que acababa de entrar en vigor e insinuó represalias.
«Por supuesto, China no va a cooperar con la UE sobre el ETS» (régimen de comercio de derechos de emisión), dijo Chai Haibo, secretario general adjunto de la Asociación de Transporte Aéreo de China (CATA), que agrupa a las principales compañías aéreas chinas, entre ellas, Air China, China Southern Airlines, China Eastern Airlines y Hainan Airlines, las cuatro más importantes.
«La CATA, en tanto que representante de las compañías aéreas chinas, se opone firmemente a la mala práctica europea de obligar unilateralmente a las compañías internacionales a entrar en el ETS», dijo.
Desde finales del pasado año, la CATA había indicado que «las compañías chinas no participarán en el ETS, no proporcionarán un plan de monitoreo de carbono a los países de la UE y no negociarán políticas preferenciales con la de la Unión Europea».
Las empresas que rechacen pagar el impuesto podrían ser multadas o, en caso extremo, podrían verse sin derecho a aterrizar en los 27 países de la UE.