Moscú.- La sonda espacial rusa Fobos-Grunt, lanzada hacia una luna de Marte pero que no logró salir de la órbita terrestre, se desintegró en llamas ayer al caer sus restos sobre el Pacífico, al oeste de la costa chilena.
Los fragmentos cayeron a 1,250 kilómetros al oeste de la Isla Wellington, en el sur de Chile, dijo el Ministerio de Defensa de Rusia en un comunicado difundido por varias agencias informativas de ese país.
Los centros rusos de seguimiento espacial supervisaron por monitor el choque de la sonda, dijo su portavoz, el coronel Alexei Zolotukhin. El área desierta del océano es donde Rusia guía a sus naves espaciales de carga a su regreso de la Estación Espacial Internacional (ISS), precisó Zolotukhin.
La agencia de noticias RIA Novosti, sin embargo, citó a expertos rusos en balística diciendo que los fragmentos habrían caído sobre una zona más amplia de la superficie terrestre, desde el Atlántico y sobre el suelo brasileño. Dijo que el punto medio de la zona del desplome se encontraba en el estado brasileño de Goias.
Los restos de la Fobos-Grunt constituyen unas de las piezas de basura espacial más pesadas y tóxicas que se hayan desplomado, pero expertos espaciales dijeron que los riesgos eran mínimos, pues tanto el tóxico combustible de la sonda como la mayor parte de la estructura de la nave debían quemarse en la atmósfera de todos modos.
Con un peso de casi 15 toneladas, la sonda espacial rusa, de 170 millones de dólares, fue la más cara y la más ambiciosa desde la era soviética. La sonda debía aterrizar en Phobos, una de las dos lunas de Marte, recoger muestras del suelo y volar de vuelta a la Tierra.
Los tanques de combustible de la atmósfera son de una aleación de aluminio y deben haberse fundido al entrar en la atmósfera, según los pronósticos oficiales.