Moscú.- El pasado viernes llegó a la Estación Espacial Internacional (ISS) la nave Soyuz TMA-03M con tres astronautas a bordo: el holandés André Kuipers, el ruso Oleg Kononenko y el norteamericano Don Pettit. Los tres permanecerán a bordo del complejo orbital los próximos cinco meses.
La cuarta misión europea de larga duración en la ISS comenzó el pasado miércoles con el lanzamiento de la nave Soyuz TMA-03M desde el cosmódromo de Baikonur, en Kazajstán.
La secuencia de aproximación se inició unas dos horas antes del encuentro entre las dos naves. A pesar de tratarse de un procedimiento completamente automático, la tripulación de la Soyuz, encabezada por su comandante Oleg Kononenko, permaneció preparada para tomar el control manual de la nave si hubiese sido necesario.
En preparación para la maniobra, los miembros de la tripulación cerraron la escotilla que separa el módulo orbital de la cápsula de descenso de la Soyuz TMA-03M, se pusieron los trajes presurizados Sokol y comenzaron a monitorizar los parámetros de vuelo durante las secuencias automáticas de aproximación y atraque.
La nave se acercó lentamente al complejo orbital, iniciando una maniobra de aproximación que la dejaría perfectamente alineada con el puerto de nádir del módulo ruso Rassvet. Mientras las cámaras de vídeo montadas en el exterior de la ISS analizaban su trayectoria, la Soyuz realizó una serie de cortos encendidos de sus motores de control para acercarse con precisión a su objetivo.
Tras el atraque, un conjunto de ganchos aseguró la unión entre las dos naves. Tan pronto como se confirmó que no hhabía fugas de aire, la tripulación de la Soyuz se pudo quitar sus trajes presurizados. Las escotillas se abrieeron en cuanto se igualó la presión del interior de la cápsula con la del complejo orbital.
Durante su misión, bautizada con el nombre de ‘PromISSe’, André Kuipers llevará a cabo más de 25 experimentos europeos y unos 20 para la Nasa y para la agencia espacial japonesa, JAXA, en áreas como la medicina, la biología, la dinámica de fluidos, las ciencias de los materiales y el estudio de la radiación, así como un gran número de demostraciones tecnológicas.
Su misión también cuenta con una fuerte componente educativa, centrada en el tema ‘Nave Tierra’. Kuipers impartirá clases desde el espacio para explicar a los más jóvenes temas de ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas, así como las condiciones necesarias para que exista vida en nuestro planeta. A través de la iniciativa ‘Misión-X: Entrena como un Astronauta’, el astronauta europeo invitará a miles de estudiantes a hacer ejercicio y actividades en el aula con las que competirán con equipos de todo el mundo con el objetivo de ponerse en forma como los astronautas.