París.- La constructora aeronáutica francesa Dassault dejará de fabricar sus cazas multifuncionales Rafale si antes de 2018 no consigue algún importante pedido internacional, según advirtió el ministro galo de Defensa, Gérard Longuet.
El ministro aseguró también que se mantendrá operativo el servicio de mantenimiento de estos aviones ya fabricados para la Fuerza Aérea francesa.
En los 11 años que lleva el avión en el mercado, producido en serie para la Fuerza Aérea nacional desde el año 2000, su fabricante no ha conseguido ni un solo pedido de otro país, pese a que el Rafale participó en numerosos concursos internacionales. Longet atribuyó los continuos fracasos del Rafale en licitaciones internacionales, a que el avión francés es más caro que su rival estadounidense, el F/A-18 Super Hornet.
La Fuerza Aérea francesa encargó 180 cazas Rafale, el último de los cuales será fabricado en 2018, año en que Dassault podría cerrar su producción. De momento, la única oportunidad de salvar este caro avión, situado por su constructor como el mejor caza de la cuarta generación, es su posible triunfo en el concurso indio para la adquisición de 126 cazas multifuncionales en el que compite con el Eurofighter Typhoon de EADS, al que todos los observadores dan por vencedor. Se prevé que los resultados de este concurso se den a conocer dentro de este mes o a comienzos del que viene.
Hace un año, el controvertido portal WikiLeaks publicó un cable del Departamento de Estado de EE. UU. que decía: «Los representantes de Francia intentaron explicar los fracasos de Rafale en el mercado internacional como una consecuencia de presiones políticas de Estados Unidos y no como un resultado de fallos técnicos del avión».
En el concurso anunciado en 2007 por Brasil el Rafale compitió con el estadounidense F/A-18 Super Hornet, de Boeing; el ruso Su-35, de Sukhoi y el sueco Gripen NG, de SAAB, y fue el propio presidente brasileño quien insistió en la compra del caza francés pero especialistas del ministerio de Defensa se opusieron a su decisión dando preferencia al caza sueco. Brasil, finalmente, suspendió la licitación por falta de recursos.