Madrid.- El juez titular del Juzgado de Instrucción número 11 de los de Madrid, Javier Pérez, que instruye la causa por el accidente de avión de Spanair ocurrido en Barajas el 20 de agosto de 2008 y en el que murieron 154 personas, ve indicios de criminalidad sólo en los técnicos de mantenimiento José Antonio Viñuelas y Felipe García Rodríguez.
El magistrado concluyó ayer la investigación reduciendo de cinco a dos el número de imputados que serán llevados a juicio acusados de 154 delitos de homicidio imprudente y 18 delitos de lesiones imprudentes.
El juez archiva el procedimiento respecto de las otras tres personas imputadas hasta ahora: el jefe de mantenimiento, Jesús Torroba; el jefe de la División de Mantenimiento en Línea, David Torres; y el jefe de la División de Calidad Alejandro Sauquillo, todos ellos pertenecientes a la compañía aérea Spanair.
En su auto, el magistrado señala que “el técnico que atendió la incidencia del avión se limitó a desconectar el CB Z29, desactivando la calefacción de la sonda y difiriendo la reparación de la avería subyacente». Con ello, añade, «lo que hizo fue eliminar el síntoma pero no la causa que lo provocó y que permaneció oculta e ignorada». La revisión, concluye, se limitó a «aplicar hielo a la calefacción y a desactivarla para poder despachar el avión, pero no se identificó la avería real».
El juez concluye que el accidente de Barajas fue provocado por una serie de causas, entre las que destaca «la negligente actuación de la tripulación, plasmada en una cadena de al menos cuatro actuaciones imprudentes. La omisión de configurar el despegue y la triple omisión de haberlo comprobado, negligencia manifiesta que puede considerarse causa principal».