Fráncfort.- El Grupo Lufthansa obtuvo un beneficio de explotación sostenido de 578 millones de euros durante los nueve primeros meses del año, lo que supone un retroceso del 5,6%, dando un resultado algo inferior al del año precedente.
Los ingresos de explotación ascendieron a 22.100 millones de euros, mientras que el resultado del Grupo fue de 288 millones. Se trata de un resultado notable, pese a la crisis económica y las complejas condiciones que afectan al sector, afirmó Christoph Franz, presidente del Consejo de Administración de Deutsche Lufthansa AG durante la presentación ayer de los resultados en Francfort.
“Muchos de nuestros competidores están pasando apuros para conseguir mantenerse en números negros a final de año. Nosotros, por el contrario, esperamos un volumen millonario de beneficios de tres cifras”, añadió.
En relación con la futura orientación estratégica del Grupo, Franz indicó: “Deseamos mantenernos a largo plazo como líderes en Europa, por ello estamos reforzando nuestros puntos fuertes y, al mismo tiempo, revisando varias cuestiones, algunas de ellas delicadas. Buscamos crecer con beneficios y asegurar el futuro de nuestra compañía con una estructura financiera que nos permita la inversión en nuestras áreas de negocio, nuestra flota, productos para nuestros clientes y en nuestros empleados.”
De cara al próximo año, el Grupo asume en principio tasas de crecimiento más reducidas en el tráfico de pasajeros y mercancías. Así lo describió Stephan Gemkow, miembro del Comité Ejecutivo y Director Financiero de Deutsche Lufthansa AG. Según él, el debilitamiento de la coyuntura económica se refleja asimismo en las reservas. Después de que se hubiese acordado ya en septiembre un crecimiento más moderado del 4% para el próximo horario invernal de vuelos de Lufthansa, el Grupo ajusta ahora, para el conjunto del año 2012, el crecimiento de su capacidad en el negocio del transporte de pasajeros desde el 9% previsto a un 3%. El crecimiento restante se alcanzará principalmente gracias a una flota aérea de mayor tamaño en el marco de la actual campaña de modernización de la flota y a la nueva generación de asientos en las rutas continentales de Lufthansa. “Ambos aspectos contribuyen a seguir reduciendo los costes por unidad y a incrementar la competitividad de la aerolínea”, comentó Gemkow.
Asimismo, el Grupo pretende seguir gestionando con flexibilidad la capacidad en el tráfico de mercancías. Según Gemkow, la marcha del negocio era difícil de prever y el entorno del mercado ya era lo suficientemente complejo debido a la fuerte competencia, incluso antes de la prohibición de vuelos nocturnos. Se hace necesario, no obstante, asumir también este reto. Christoph Franz destacó: “Retirar a Frankfurt, uno de los aeropuertos de mercancías más grandes del mundo, de los flujos comerciales internacionales noche tras noche, supone un golpe doloroso para Alemania como emplazamiento económico y nación exportadora. Por el momento, todavía existen dudas de si Alemania va a poder seguir a la cabeza, y cómo va a hacerlo, bajo estas condiciones”.