Nuevo México.- El británico Richard Branson inauguró por fin en Nuevo México el primer cosmódromo privado con el que pretende abrir una nueva era, la del turismo espacial.
Centenares de futuros turistas que ya pagaron unos 200.000 dólares por billete, acudieron al acto inaugural que se inició con una ducha de champán que Branson regaló al público mientras se deslizaba por una cuerda desde el techo del hangar diseñado por el arquitecto británico Norman Foster.
Para culminar el evento se llevó a cabo un vuelo de prueba de la nave que a finales de 2012 ya podría llevar a bordo a turistas suborbitales.