Madrid.- Tres estudiantes de Aeronáutica de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM) presentan en el Congreso Internacional de Astronáutica (IAC) que se desarrollará en Ciudad del Cabo la próxima semana su proyecto de lanzamiento de pequeñas sondas estratosféricas.
En este congreso, organizado por la Federación Internacional de Astronáutica, se reúnen anualmente representantes de la industria aeroespacial, de la academia, investigadores, estudiantes y jóvenes profesionales. Daniel Sors y Miguel ángel de Frutos, de la ETSI Aeronáuticos, y Alejandro Monleón, de la EUIT Aeronáutica (en colaboración con la asociación CHASA-Chaminade) han realizado una serie de campañas de lanzamiento de pequeñas sondas estratosféricas, que culmina ahora con el proyecto International Sounding Balloons Project.
Las sondas estratosféricas son vehículos de carga experimental que, gracias a un globo lleno de helio, son capaces de ascender hasta una altura de 40 km. En el vuelo se mantiene contacto vía radio con la sonda y se reciben en tiempo real datos sobre su posición, estado, temperatura interna y externa, altura, grado de humedad e imágenes tomadas con cámaras de vídeo de alta resolución con las que suelen ir equipadas.
La propuesta de los estudiantes de la UPM contempla el uso de esta plataforma para desarrollar experimentos estudiantiles en las universidades y tiene como objetivo “crear un equipo de trabajo que genere los procedimientos técnicos, normativos y burocráticos para poder realizar proyectos con sondas estratosféricas en las que se involucren grupos de estudiantes de varias universidades o asociaciones de carácter científico/tecnológico”, explican.
Este proyecto ha sido seleccionado por el IAC y permitirá que los estudiantes de la universidad madrileña lo presenten en el Congreso, en la sesión técnica dedicada a educación. Se trata de crear una red global de experimentación con una normativa común y estandarizada que facilite estas prácticas a nivel internacional.
“Podríamos, por ejemplo, lanzar una sonda estratosférica desde un punto de España y que en el transcurso del vuelo varios equipos en diferentes países puedan establecer contacto con ella, hacer un seguimiento y que otro equipo lo recoja al finalizar la misión”, calculan.
Los experimentos girarían en torno a multitud de áreas como el análisis de la contaminación, la radiación solar, la exploración espacial y la observación de la Tierra. Según su reflexión, “este es vehículo de experimentación económico, poco peligroso, de fines diversos, con gran emoción para los participantes y buenos resultados en general”.
Daniel, Miguel ángel y Alejandro son unos apasionados de la experimentación y la exploración de nuevas fronteras en la ingeniería, por lo que pertenecen a las asociaciones: CHASA-CMU Chaminade, AEROBOT Club de Robótica y el Laboratorio de Experimentación en Espacio y Microgravedad (LEEM) a quienes agradecen su apoyo y colaboración para hacer posible estos proyectos de índole tecnológica.