Madrid.- El ministro de Fomento, José Blanco, defendió ayer ante la Comisión de Fomento del Congreso de los Diputados su reforma del modelo aeroportuario, basándose fundamentalmente en “la relevancia de nuestra industria turística” y en los cambios operados en el entorno económico del sector.
“Comparezco a petición del Grupo Popular para dar cuenta de los últimos avances en la reforma del modelo aeroportuario que estamos llevando a cabo”, comenzó su intervención el ministro para justificar primero las reformas introducidas en Navegación Aérea y después en el modelo aeroportuario.
“Las reformas introducidas en Navegación Aérea nos han posibilitado: en 2010, congelar todas las tasas (aeroportuarias y de navegación); en 2011, congelar la tarifa de aproximación y reducir la de Ruta un 7,8%; y en 2012 rebajaremos de nuevo las tasas de ruta otro 7,2%, hasta alcanzar un total del 15%”.
“Hemos ahorrado 125 millones de euros en costes para las compañías aéreas. España ha pasado de ser el país de Europa con las tarifas de ruta más caras a tener unas tarifas más competitivas que Italia, Reino Unido, Alemania, Bélgica, Suecia o Suiza”, dijo José Blanco.
No menos triunfalista estuvo respecto a la puntualidad, a pesar de las indicaciones de Eurocontrol: “Tanto la puntualidad de las compañías aéreas, como la de operaciones de navegación aérea han mejorado, pese al aumento del tráfico aéreo”, dijo Blanco y añadió: “La puntualidad de las compañías aéreas ha mejorado 6 puntos porcentuales en el conjunto de los aeropuertos de la red (de 64,2% a 70,2%). En el ámbito de la Navegación Aérea, la puntualidad ha mejorado muy significativamente: Madrid-Barajas aumenta 9,9 puntos porcentuales (de 79,8% a 89,7%) y Barcelona-El Prat sube 6,4 puntos porcentuales (de 83,3% a 89,7%)”.
“Estos resultados -concluyó el ministro- también nos han permitido adelantar la entrada en beneficios de Aena en 4 años. Así, la entidad alcanzará beneficios ya el próximo año, en 2012, cuando la previsión era que lo hiciera en 2016”.
Luego pasó a justificar el nuevo modelo privatizador de Aena, tan criticado desde sectores políticos como empresariales y expertos aeronáuticos. “Considero conveniente enumerar en primer lugar los motivos que nos han llevado a hacer esta reforma: Primero; por la relevancia de nuestra industria turística, que representa el 10% del PIB. Segundo; porque el entorno económico del sector ha cambiado mucho desde que se configuró el anterior modelo en 1991, año de la creación de Aena. En este tiempo se ha completado prácticamente el proceso liberalizador en el sector de las compañías aéreas”.
“Por tanto, nuestra realidad económica, en la que nuestros aeropuertos son una pieza vital, los cambios que han operado en el sector turístico y en el sector aéreo y las reglas de juego con las que nos estamos dotando en Europa, hacían imprescindible llevar a cabo una reforma del modelo aeroportuario en los términos en los que lo estamos llevando a cabo”, añadió Blanco.
“Esta reforma no se hace ni despacio, ni deprisa”, dijo, respondiendo a cuantos han criticado la urgencia en el proceso privatizador de Aena. “Se hace en el momento y con el ritmo oportuno porque contamos ya con unas infraestructuras de primer nivel que debemos rentabilizar al máximo; los países más avanzados ya lo han hecho. Y es una reforma básica en estos momentos en que el sector turístico y el tráfico de mercancías se recuperan con fuerza”.
“Por tanto, lo hacemos en el momento oportuno, para sacar el máximo rendimiento. Una reforma que estamos haciendo con diálogo con los agentes del sector, con los representantes de los trabajadores, los partidos, las CCAA, singularmente con aquéllas en las que se va a hacer la concesión aeroportuaria, la Comunidad de Madrid y Cataluña. Una reforma realizada con absoluta transparencia y rigor. Y creemos que el modelo elegido, es el más equilibrado y acorde con los intereses del país”, agregó Blanco.
“Un modelo que aumenta la competencia entre nuestros principales aeropuertos, que introduce elementos liberalizadores, que asegura el mantenimiento de la red, que mantiene el carácter público de Aena y que da más participación a los territorios para que puedan colaborar en la gestión de sus aeropuertos. Un modelo que introduce la participación privada en la gestión de Barajas y El Prat y en el capital de Aena Aeropuertos. Una participación para la que se ha fijado un proceso flexible y transparente que maximice en cualquier circunstancia el interés público”, concluyó el ministro de Fomento.