Madrid.- Los concesionarios que se hagan con los aeropuertos de Madrid-Barajas y Barcelona-El Prat no tendrán más remedio que incrementar las tarifas a las compañías, lo que repercutirá, en consecuencia, en el precio de los billetes de los pasajeros, concluyen unánimemente diversos expertos consultados por este diario.
Según la normativa reguladora del proceso de licitación por el 90,05% de las sociedades concesionarias de los aeropuertos de Madrid-Barajas y Barcelona-El Prat, los adjudicatarios definitivos de estas concesionarias deberán hacer un pago inicial y un canon anual a Aena Aeropuertos.
La cuantía de salida del pago inicial del aeropuerto de Madrid-Barajas será como mínimo de 3.700 millones de euros y la de Barcelona-El Prat, de 1.600 millones de euros. Cantidades que podrán ser mejoradas por los licitadores. El canon anual equivaldrá al 20% de la facturación del aeropuerto, con una cantidad mínima garantizada. En 2012, primer año de la gestión del concesionario, el canon anual de Madrid-Barajas será de 150 millones de euros y el de Barcelona-El Prat, de 80 millones de euros.
Los ingresos provendrán de actividades con tarifas reguladas en el marco de la normativa comunitaria (aterrizaje, pasajeros, seguridad, etc.) y otras actividades con precios libres (comerciales e inmobiliarias).
Aena registró el pasado año un total de 192.792.606 de pasajeros y 659.000 toneladas de carga en los aeropuertos nacionales. Del total de pasajeros, 49.866.113 correspondieron al aeropuerto de Barajas y 29.209.536 a El Prat. Del total de carga, 374.517,6 toneladas pasaron por Madrid y 106.124,2 a Barcelona. De todas esas de operaciones, Aena obtuvo un total de unos 3.000 millones de euros, siendo los ingresos propios de navegación aérea unos 1.100 millones de euros y 596 millones los ingresos comerciales.
Con todas estas premisas y su experiencia de muchos años en gestión aeroportuaria y su conocimiento de Aena, los técnicos aeronáuticos consultados por este diario concluyen que será necesaria subir las tarifas aeroportuarias. “Las condiciones en que se plantean las concesiones son tales que sugieren muchas dudas sobre el proceso iniciado. Desde el punto de vista económico, se exigen unas condiciones muy difíciles de cumplir”, aseguran.
Según ellos, “hay que tener en cuenta que Barajas y El Prat representan el 41% del tráfico total de pasajeros y de carga de la red en España y el 50% de los ingresos de los aeropuertos”. Refiriéndose a Barajas, “los 50 millones de pasajeros suponen unos ingresos anuales de unos 600 millones de euros y soportan unos gastos estimados de unos 300 millones de euros con lo que queda un margen de otros 300 millones anuales antes de amortizaciones. Con esos 300 millones de euros hay que pagar los créditos con sus intereses más el canon y las inversiones, con lo que las cuentas no salen”.
“El concesionario ha de aportar inicialmente -es decir, en los próximos meses- 3.800 millones de euros -requisito de la concesión-, que en 20 años de duración de la misma suponen 190 millones anuales, a los que habría que añadir los correspondientes costes financieros. Además, ha de abonar un canon anual de 120 millones de euros anuales y hacer frente a un Plan de Inversiones ya preestablecido por Aena y valorado en 200 millones de euros para los primeros tres años. Similares cálculos habría que hacer respecto al aeropuerto de Barcelona”, concluyen.
Además, añaden los expertos, “la concesión nace de partida con importantes y gravosas hipotecas, como es el caso del I Convenio Colectivo de Aena firmado el pasado 14 de julio, que compromete a la empresa adjudicataria ¡durante siete años!, hasta el 31 de diciembre de 2018”.
“Con estas condiciones y estos números -concluyen los técnicos consultados- la concesión no parece viable. Habría que incrementar las tarifas de forma importante y mejorar los ingresos comerciales, lo que resultaría difícil, dado que ya se cobran cánones superiores al 20% de las ventas”.
Y una vez finalizado el proceso de privatización de los dos aeropuertos principales, añaden los expertos, “Aena Aeropuertos, que gestionaría el resto de 45 aeropuertos y 2 helipuertos se quedaría con unos ingresos en torno a los 1.000 millones de euros, pero con unos gastos estimados de 800 millones de euros y una deuda de 6.500 millones con lo que tendría pérdidas continuas y la imposibilidad de atender a las necesidades de la red”.
“Los ingresos que se obtengan de la privatización de Barajas y El Prat quedarán en Aena para disminuir la deuda de 12.000 millones de euros que acumula o irán a las arcas del Estado en cuyo caso el problema para los aeropuertos que queden en Aena será aún peor”.
“No se entienden, por tanto -concluyen los técnicos-, las prisas por resolver un tema tan trascendental, máxime cuando Aena se toma plazos medios de seis meses para resolver cualquier concurso, y éste, que es el más importante, se pretende despachar en menos de dos”.