Madrid.- Un error de los pilotos provocó el accidente del vuelo JKK5022 de Spanair en Barajas, hace casi tres años causando la muerte de 154 personas, según los expertos de la Comisión de Investigación de Accidentes e Incidentes de Aviación Civil (CIAIAC), cuyo informe definitivo se dio a conocer el último viernes de julio.
La tripulación no configuró el avión correctamente. Además, la investigación del siniestro ha descartado que los mecánicos fueran los causantes de los errores que llevaron al avión a estrellarse en un arroyo junto a la pista de despegue, aunque los técnicos realizaron un informe «incompleto» de la avería del avión.
La CIAIAC ha determinado que “el accidente se produjo porque:
– La tripulación perdió el control del avión como consecuencia de la entrada en pérdida inmediatamente después del despegue, por no haber configurado el avión correctamente, al no realizar la acción de despliegue de los flaps/slats, tras una serie de fallos y omisiones, junto con la ausencia de aviso de la configuración incorrecta de despegue.
– La tripulación no identificó los avisos de pérdida ni corrigió dicha situación después del despegue -retrasó momentáneamente las palancas de potencia del motor, aumentó el ángulo de asiento y no corrigió el alabeo- produciéndose un deterioro de la condición de vuelo en pérdida.
– La tripulación no detectó el error de configuración al no utilizar adecuadamente las listas de comprobación que contienen los puntos para seleccionar y comprobar la posición de flaps/slats en las labores de preparación de vuelo, en concreto:
– No llevó a cabo la acción de seleccionar flaps/slats con la correspondiente palanca de mando (en «After Start Cheklist»);
– No realizó la comprobación cruzada de la posición de la palanca y el estado de las luces indicadoras de flaps y slats al ejecutar la lista de comprobación «After Start»;
– Omitió la comprobación de flaps y slats en el punto «Take Off Briefing» de la lista de comprobación de taxi;
– En la comprobación visual realizada en la ejecución al punto «Final Items»
correspondiente a la lista «Take Off Inminent» no se realizó una confirmación real de la posición de los flaps y slats, tal como mostraban los instrumentos de la cabina de vuelo.
Como factores contribuyentes la CIAIAC ha determinado:
– La ausencia de aviso de la configuración incorrecta de despegue porque el TOWS no funcionó y por tanto no alertó a la tripulación de que la configuración de despegue del avión era inapropiada. No ha sido posible determinar fehacientemente la causa por la que el sistema TOWS no funcionó.
– Una inadecuada gestión de los recursos de la tripulación (CRM), que no impidió la desviación de los procedimientos ante interrupciones no programadas en la preparación del vuelo.
Como resultado de la investigación de este accidente, La CIAIAC ha emitido 33 recomendaciones sobre seguridad operacional dirigidas, dependiendo el caso, a la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI), a la Administración Federal de Aviación de los Estados Unidos (FAA), a la Agencia Europea de Seguridad Aérea (EASA), a la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA, que constituye, conjuntamente con la Dirección General de Aviación Civil (DGAC) la autoridad de aviación civil española, al proveedor de servicios aeroportuarios y de navegación aérea Aena y al operador Spanair”.