Madrid.- El aeropuerto alicantino de El Altet, tras realizar dos pruebas de embarque y desembarque a pie con operativa real, ha determinado -en colaboración con las compañías aéreas- que este procedimiento únicamente es posible durante la temporada de invierno, y tras la adopción de una serie de medidas mitigadoras del riesgo.
Las pruebas fueron realizadas a raíz de la negativa de la aerolínea irlandesa Ryanair a emplear pasarelas de embarque y desembarque debido al sobrecoste al que tenía que hacer frente por su utilización, cifrado en unos 2 millones de euros anuales por la propia compañía. El presidente de la aerolínea, Michael O’Leary, amenazó que en caso de mantener la obligatoriedad de usar dichas pasarelas, la compañía recortaría hasta un 80% sus operaciones en el aeropuerto alicantino a partir de octubre.
Durante la temporada de verano, dado el alto volumen de operaciones que se registran, este tipo de operación no es viable en sus infraestructuras actuales debido a la imposibilidad de mitigar los riesgos asociados a este procedimiento.
En las pruebas se constató que existirían riesgos para los pasajeros al tener éstos que transitar por la plataforma con una aeronave estacionada en una posición contigua a la designada para el embarque y desembarque a pie, situación que se da prácticamente en todas las operaciones que se realizan en la temporada de verano.
Esta circunstancia varía en la temporada de invierno debido a que el volumen de tráfico es menor. Por este motivo el aeropuerto alicantino adoptará una serie de medidas de mitigación del riesgo que permitan efectuar el embarque y desembarque a pié en determinadas posiciones y franjas horarias. Para ello se aprobará un procedimiento que será ofrecido a todas las compañías aéreas que operan en el aeropuerto.
De este modo, el aeropuerto de Alicante muestra su voluntad de adaptarse a las necesidades de las compañías aéreas usuarias de sus instalaciones, en la medida de lo posible y garantizando siempre la máxima seguridad. Si bien, resulta significativo que las pruebas realizadas hayan constatado que los tiempos de escala del embarque y desembarque a pie en ningún caso fueron inferiores a los obtenidos mediante el embarque y desembarque por pasarela.
El aeropuerto de Alicante ha trasladado la decisión adoptada tras las pruebas al Comité de compañías aéreas del aeropuerto, así como a las compañías que operaban en la antigua T2.