Madrid.- El Colegio Oficial de Pilotos de la Aviación Comercial (COPAC) vuelve a pedir a Fomento que, a través de la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA), como autoridad competente de la gestión y control de las escuelas de vuelo, realice una inspección más efectiva.
Esta exigencia se produce una vez más tras el cierre de las escuelas Airmed y Top Fly, a las que hay que sumar la murciana Aerosur, que han dejado a multitud de alumnos sin recibir su formación teórica y práctica tras haber desembolsado una cantidad media de 80.000 euros, y debido a la complicada situación económica de muchos otros centros.
El COPAC reitera su preocupación por el procedimiento llevado a cabo por AESA para verificar de forma fiable la situación real de las escuelas de formación y por la posible ausencia de indicadores que detecten eficazmente una mala gestión que ponga en riesgo la continuidad de un curso aprobado.
Por otra parte, la actual situación de crisis que afrontan las escuelas está teniendo una grave repercusión en la práctica diaria profesional de los instructores de vuelo, conviviendo con todo tipo de recortes y haciendo equilibrios para no desviarse de los objetivos de formación. En este sentido, el COPAC denuncia la nefasta consecuencia de las nuevas tasas de Aena, aprobadas a principios de año por el gobierno, y que está poniendo en riesgo la formación de pilotos en España y la viabilidad económica de las escuelas.
Por todo lo anterior, el COPAC exige que el Ministerio de Fomento realice un control y análisis exhaustivo de la situación económica no sólo de las compañías aéreas comerciales, si no también del resto de organizaciones aéreas que están bajo su responsabilidad, para garantizar su viabilidad y los derechos de sus profesionales y alumnos. Además, el COPAC solicita del Ministerio que exija la aplicación correcta de las tasas a los vuelos de escuelas.