Bruselas.- El avión suizo Solar Impulse, propulsado con energía solar, tras despegar de Bruselas rumbo a París y volar durante cinco horas el pasado sábado, tuvo que regresar a la capital belga, dado que el mal tiempo impidió la recarga de sus baterías.
«No hay ninguna pista de aterrizaje intermedia y como las baterías de energía estaban disminuyendo, preferimos dar media vuelta para no poner en peligro la vida del piloto», explicó una portavoz de la compañía.
El avión intentará de nuevo esta semana alcanzar Le Bourget, en cuanto la meteorología lo permita, aseguró la portavoz. El Solar Impulse es el invitado de honor del Salón Internacional de la Aeronáutica y del Espacio de Le Bourget.
El pasado sábado por la noche, el piloto André Borschberg tuvo que hacer frente a un «fuerte viento de cara», según explicó la portavoz. Poco antes, el blog de la aventura indicó que el vuelo estaba siendo difícil para el aparato, que intentaba completar su segundo vuelo internacional. «El vuelo está lejos de ser tranquilo y las dificultades se suceden una tras otra, después de que el despegue fuera retrasado a causa de fuertes vientos en tierra en Bruselas», decía el blog .
En un primer momento, poco después del despegue, cuando el piloto intentó meter su tren de aterrizaje, se escuchó un ruido inusual, y decidió inmediatamente interrumpir la operación. En consecuencia, el tren de aterrizaje tuvo que permanecer desplegado, lo que frenó al avión y aumentó su gasto de energía, añadió el equipo de este avión revolucionario.
Es el primer fracaso de este avión prototipo, que entró en la historia de la aeronáutica en julio de 2010 al completar un primer vuelo de 24 horas sin interrupción, propulsado únicamente por sus paneles solares y sus baterías. También logró completar su primer vuelo internacional el 13 de mayo, al aterrizar en Bruselas tras despegar trece horas antes del aeródromo militar suizo de Payerne.