Madrid.- Tras su exitoso lanzamiento el pasado 7 de mayo desde Cabo Cañaveral, el satélite militar geosincrónico SBIRS GEO-1 (Space Based Infrared System) alcanzó de forma satisfactoria su órbita el pasado día 24 y ya se encuentra a pleno rendimiento en su misión de recogida de información y alerta temprana.
La puesta en órbita de SBIRS GEO-1 supone un avance revolucionario en el ámbito de la detección de misiles y la inteligencia técnica en el campo de batalla. El satélite cuenta con un sistema dual de sensores independientes que potencian la alerta temprana de lanzamiento de misiles en cualquier parte del mundo, proporcionando gran precisión para la defensa frente a misiles balísticos. Así, SBIRS GEO-1 refuerza la capacidad de recogida de información y proporciona un apoyo esencial a los combatientes en el campo de batalla.
Respecto a la naturaleza de estos sensores, se trata elementos de barrido y visionado altamente sofisticados que proporcionan mejor sensibilidad infrarroja y una reducción considerable en el número de repeticiones de escaneado necesarias sobre un área frente a la constelación de satélites actual. El sensor de barrido proveerá de una amplia zona de vigilancia de lanzamiento de misiles y fenómenos naturales, mientras que el sensor de visionado se usará para observar áreas de interés menores, con mayor sensibilidad.
Según el General de brigada Roger W. Teague, director de la división de Sistemas Espaciales Infrarrojos de Estados Unidos, «Haber alcanzado con éxito su órbita y el correcto despliegue de los sistemas es un gran hito para SBIRS GEO. Gracias al talento del equipo, el satélite, primero de su clase, ha funcionado perfectamente».
El equipo SBIRS está dirigido por el Dirección de Sistemas Espaciales Infrarrojos de la fuerza aeroespacial estadounidense y el Centro de Sistemas de Misiles. Lockheed Martin es el contratista principal de SBIRS, con Northrop Grumman como integrador de carga útil.
El contrato original de Lockheed Martin SBIRS incluye cargas HEO, dos satélites de órbita geoestacionaria (GEO), así como los activos con base en tierra necesarios para recibir y procesar los datos por infrarrojos. El contrato contempla, asimismo, la producción futura de cargas adicionales HEO y los satélites GEO tercero y cuarto, así como las modificaciones necesarias con base en tierra.