Washington.- Una mujer, que nunca había pilotado en su vida, tuvo que hacerse cargo de los mandos de un avión cuando su marido, el piloto, sufrió una hipoxia o falta de suministro de oxígeno, perdiendo el conocimiento en pleno vuelo.
La pareja viajaba en una pequeña avioneta Cirrus SR22 desde una localidad de San Bernardino, en California, a Colorado, cuando el hombre, de 70 años, se sintió mal y, sin poder respirar ni hablar, perdió la consciencia ante los ojos de su aterrorizada esposa.
Afortunadamente, un piloto de los Grandes Lagos, al preocuparse por las maniobras irregulares que hacía la avioneta y la gran altura que había tomado, se puso en contacto con la mujer y logró explicarle cómo activar la función de piloto automático y comenzar un descenso controlado.
Al recibir la orientación de los controladores de tierra, la mujer valientemente se ocupó del timón y dirigió el avión hacia un aeropuerto cercano. En el momento decisivo el piloto recuperó la conciencia, se hizo cargo de la avioneta y realizó el aterrizaje.
Después de lo ocurrido, Charlie Rohrer, un controlador de tráfico aéreo de Colorado, reconoció que durante su conversación de rutina con el piloto antes del vuelo, notó que el hombre parecía tener dificultad para respirar. Su esposa, a su vez, reconoció posteriormente que durante el vuelo el hombre arrastraba el habla y fue incapaz de apretar los botones.
Aunque el incidente tuvo lugar el pasado día 17, la Administración Federal de Aviación (FAA) no lo hizo público hasta ahora silenciando discretamente el nombre del piloto y su mujer.