Madrid.- Por segundo año consecutivo, la Junta General de Accionistas de la compañía aérea Spanair, controlada por empresarios e instituciones catalanas, se verá obligada a aprobar dentro de un mes una reducción de capital para compensar las pérdidas acumuladas y equilibrar su balance.
En la convocatoria de Junta General Ordinaria para el próximo día 30 o siguiente en Barcelona, anunciada ayer en el Boletín Oficial del Registro Mercantil (BORME), en el punto 5 de su orden del día se somete a aprobación la “reducción de capital social mediante reducción del valor nominal de cada acción, por pérdidas, de conformidad con lo establecido en el artículo 320 y siguientes de la Ley de Sociedades de Capital y delegación de facultades al Consejo de Administración”.
Ya el año pasado la Junta General de Accionistas de Spanair, aprobó una reducción de capital de 56,95 millones de euros para compensar las pérdidas acumuladas por la compañía y equilibrar su balance. La medida se adoptó tomando como referencia el ejercicio cerrado el 31 de diciembre de 2009 y se aplicó mediante una reducción del nominal de las acciones, que pasó de un euro a quince céntimos.
Meses después, la Generalitat de Cataluña decidió aportar 20 millones de euros más al capital de la aerolínea, a través de la empresa pública Cimalsa, que inyectó esa cantidad en la sociedad Inversiones Empresariales Aeronáuticas (IEASA), propietaria del 80,1% del capital social de la compañía aérea.
Por su parte, recientemente, la compañía aérea Scandinavian Airlines (SAS), que fue dueña de la ahora empresa catalana y que aún controla el 10,9% de las acciones de la misma, en su informe de cuentas trimestral dirigido a los accionistas, señaló entre los posibles riesgos a los que se enfrenta en 2011 una quiebra de Spanair.
«En el caso de que Spanair fuera a la bancarrota, la exposición total de SAS es de 1.800 millones de coronas suecas [200 millones de euros], pero con un efecto negativo limitado de 200-300 millones de coronas [22-33 millones de euros]». Si la situación «llegara a ocurrir», añadió, SAS seguiría cumpliendo sus objetivos.
Además de apuntar a la compañía catalana como el principal riesgo financiero al que están expuestos en 2011, SAS recuerda que mantienen «un préstamo puente pendiente de 27 millones de euros a los compradores de Spanair, que vence el 31 de diciembre 2011».