Singapur.- Un A330 de la compañía aérea Cathay Pacific con 136 pasajeros a bordo y con destino a Yakarta tuvo que efectuar ayer un aterrizaje de emergencia en el aeropuerto de Changi, en Singapur, de donde había partido un cuarto de hora antes, al incendiarse uno de sus motores.
Ninguno de los pasajeros ni los miembros de la tripulación sufrieron daño alguno. Un fotógrafo de la agencia Reuters que viajaba en el avión junto a su mujer y sus tres hijos fue testigo del percance y pudo captar con su cámara la reacción de los pasajeros después de que una azafata les informara de que uno de los motores se había incendiado, por lo que el piloto iba a intentar volver a Singapur para aterrizar.
Apenas 20 minutos después de despegar, según relató el fotógrafo, se registraron dos explosiones, las luces se apagaron, comenzó a oler a quemado y el aparato empezó a moverse violentamente. Uno de sus hijos pudo ver las llamas a través de la ventanilla y, entonces, el resto de pasajeros inició un rezo colectivo para calmarse.
«Todos nos pusimos los chalecos salvavidas, aunque el avión aterrizó sin problemas. En menos de cinco minutos los bomberos habían sofocado las llamas y nosotros estábamos caminando por la terminal del aeropuerto», señaló el periodista.
Después del incidente, el piloto se dirigió a los pasajeros para agradecerles su comportamiento. «Lo único que podemos pedir a los pasajeros en esos momentos es que permanezcan en calma, como vosotros hicistéis, y por ello os doy las gracias».
«La compañía aérea y el fabricante del motor, Rolls Royce, han iniciado una investigación del incidente», señaló en un comunicado Cathay Pacific. El avión está equipado con motores Trent 700 de Rolls-Royce, diseñados específicamente para la familia Airbus A330.