Madrid. La Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA) ha dado por concluidos en Madrid los ejercicios en los que se ha simulado la erupción continua del volcán islandés Grimsvötn, y que un grupo técnico de expertos ha llevado a cabo para asegurar los protocolos de actuación en situación de emisión de cenizas volcánicas.
Durante estos ejercicios se han validado la efectividad de los planes adoptados para evitar o paliar crisis como la sufrida a nivel europeo durante la primavera de 2010, así como el funcionamiento de las esenciales líneas de comunicación.
En el ejercicio que tuvo lugar la pasada semana, han participado en toda Europa, 70 aerolíneas, 14 proveedores de servicio de Navegación Aérea, 10 autoridades nacionales, el Volcanic Ash Advisory Centre ( VAAC) de Londres, además de la Comisión Europea, la Agencia Europea de Seguridad Aérea (EASA) y Eurocontrol.
Las pruebas han servido, además, para evaluar el funcionamiento de la herramienta EVITA (European crisis Visualization Interactive Tool for ATFCM). La coordinación de la crisis entre los diferentes involucrados y el impacto en las operaciones aéreas de las compañías aéreas participantes figuran entre los objetivos estudiados.
El Plan de actuación ante emisión de cenizas volcánicas presenta una guía de actuación para España en caso de erupción volcánica y establece los procedimientos de coordinación que deben seguir las organizaciones implicadas para afrontar este tipo de situaciones.
Los expertos han establecido tres áreas de contaminación: baja, donde se pueden encontrar cenizas volcánicas en una concentración igual o inferior a 2×10-3g/m3, media, concentración igual o superior a 4×10- 3g/m3, y alta, concentración igual o superior a 4×10-3g/m3.
La respuesta a un evento de cenizas volcánicas que afecta al tráfico aéreo distingue dos situaciones, dependiendo de la localización geográfica del volcán si se encuentra en territorio nacional o fuera del mismo. En ambos casos, se distinguen tres fases (alerta, reactiva y proactiva).
El grupo de trabajo ha establecido asimismo las acciones que permiten identificar las zonas de cenizas y las respuestas en las diferentes fases. También han previsto un Comité de crisis de cenizas volcánicas de carácter técnico y los esquemas de protocolo de actuación que tienen que llevar a cabo cada organización.
El ejercicio de simulación ha supuesto poner en marcha las actuaciones programadas y verificar que su funcionamiento, en tiempo real, obedece a los esquemas planificados. El próximo mes de junio se celebrará una reunión en la sede de OACI en París, en la que se evaluará el funcionamiento en el ejercicio del nuevo Plan de Contingencia de cenizas volcánicas de las Regiones EUR y NAT, así como los resultados sobre el tráfico aéreo que hubieran existido en una situación real y el grado de cumplimiento del objetivo final: la seguridad y la minimización del impacto sobre el tráfico aéreo.