Ginebra.- La Organización Mundial del Comercio (OMC) ha condenado ciertas ayudas del gobierno estadounidense concedidas durante décadas al constructor aeronático Boeing. El organismo cifra en 5.300 millones de dólares, las ayudas ilegales que el constructor aeronáutico norteamericano ha recibido de Washington.
En su documento de más de 1.000 páginas, el órgano de solución de diferencias de la OMC considera que algunas de las ayudas, denunciadas por la Unión Europea, constituyen en efecto subvenciones contrarias a las normas del comercio mundial.
Según la OMC, esas ayudas ilegales alcanzaron «al menos 5.300 millones de dólares» entre 1989 y 2006. «El grupo especial constata que los pagos y el acceso a las instalaciones, equipamientos y empleados que la Nasa puso a disposición de Boeing en virtud de ocho programas de investigación y desarrollo aeronáutico constituyen subvenciones específicas», explica el órgano de solución de diferencias de la OMC.
Esas subvenciones de la Nasa alcanzaron 2.600 millones de dólares, añade. El órgano de la OMC denuncia igualmente subvenciones entregadas a través de 23 programas del Departamento de Defensa, cuyo importe total «no aparece claramente».
La sentencia del organismo señala, además, que Boeing tendrá que devolver las ayudas concedidas de forma ilegal por el gobierno de Washington. El secretario de Comercio estadounidense ha considerado que la sentencia obliga sólo a devolver 2.700 millones de dólares.
La condena de la OMC se produce unos meses después de que Boeing denunciara la concesión de subvenciones por parte de Bruselas al fabricante europeo de aviones Airbus. Fuentes de la Unión Europea han calificado la decisión de la OMC como una «victoria».
La sentencia responde a la denuncia presentada por la Unión Europea contra Washington por considerar que dichas ayudas fueron en detrimento del competidor europeo de Boeing, Airbus, en el marco de la disputa comercial que ambas partes mantienen desde 2004.
Según el constructor europeo Airbus, el fabricante Boeing no habría podido afrontar la construcción de su modelo 787, el «Dreamliner» para largas distancia, «sin subvenciones ilegales», canalizadas a través de programas del departamento de Defensa de la Nasa. Airbus estima, además, que esas ayudas le han hecho perder hasta 45.000 millones de dólares en ventas entre 2001 y 2005.