Washington.- La Administración Federal de Aviación de Estados Unidos suspendió de empleo a un controlador aéreo que al parecer se quedó dormido en el aeropuerto nacional Ronald Reagan, en Washington, cuando dos aviones aterrizaron en el mismo.
Dos aviones de pasajeros con 164 personas más sus respectivas tripulaciones a bordo tuvieron que aterrizar en la noche del pasado miércoles, por sus propios medios, ante el silencio de la torre de control a sus llamadas.
El primero de los vuelos, un B737 procedente de Miami con 97 pasajeros y tripulación, tuvo que rodear poco después de la medianoche el aeropuerto nacional Ronald Reagan de la capital estadounidense, ya que las llamadas del piloto no encontraron respuesta por parte de la torre de control. Minutos después, un A320 procedente de Chicago con 67 pasajeros y tripulación, se vio obligado a realizar la misma operación ante la incapacidad de comunicación con el aeropuerto.
Los aterrizajes fueron realizados y coordinados por los propios pilotos de ambas aeronaves en combinación con la Terminal de Radar de Control de Aproximación, que se ocupa de los aviones en vuelo pero no está encargada de gestionar los aterrizajes y despegues, asignados por las torres de control.
Según el registro de radio, los operadores de TRACON informaron a los pilotos que sus intentos de contacto con la torre de control no habían sido contestados, por lo que tenían que aterrizar como si fuese un aeropuerto sin torre de control.
La portavoz de la Administración Federal de Aviación (FAA), Laura J. Brown, señaló a través de un comunicado que la agencia está investigando los hechos.
«Los pilotos estaban en contacto con los controladores de tráfico aéreo en TRACON, quienes entregan los vuelos a la torre justo antes de su aterrizaje, y ambos aterrizaron sin problemas. La FAA está investigando cuestiones de personal y si los procedimientos existentes habían sido seguidos de manera apropiada», explicó Brown.
Según el diario, entre la medianoche y las 5 de la mañana, en el aeropuerto Ronald Reagan de Washington sólo permanece en la torre de control un operador ante los escasos vuelos programados en ese horario.Minutos después, cuando un tercer avión, el último del turno nocturno, se puso en contacto con la torre, sí obtuvo respuesta.